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Mucho camino por hacer

Peregrinos del Camiño da Geira ante A Casa do Avó, en Codeseda.

Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar. Así lo dejó escrito Antonio Machado, para quien la palabra “camino” era mucho más que ir de un lugar a otro. Era, más bien, el embarcarse en un profundo viaje interior. Una filosofía que nadie entiende mejor que el que ha sido peregrino. Especialmente aquellos que se han atrevido con el Camiño da Geira e dos Arrieiros que, según dicen, cuenta con una complicada orografía. Este tramo, hasta hace poco desconocido, cruza el concello de A Estrada. Y poco a poco son las asociaciones y los comercios hosteleros los que se esfuerzan por mostrar el potencial turístico de esta ruta pese a la falta de infraestructuras que la apoyen.

Desde la asociación Codeseda Viva apuntan que hay “muchos peregrinos portugueses” interesados en este camino. Desde esta asociación, una de las grandes impulsoras del Camiño da Geira, llevaron a cabo la correcta señalización del tramo que cruza A Estrada. Uno de los aspectos que más demandaban los peregrinos, tal y como relatan desde el hotel-restaurante La Bombilla.

Una mayor afluencia de turistas

Dicho establecimiento es uno de los pocos que ofrecen posibilidad de alojamiento en el casco urbano de A Estrada. “Estamos notando una mayor afluencia de peregrinos”, dice Pilar Porto desde La Bombilla. También apunta que desde Codeseda se están movilizando mucho para apoyar este camino, pero que es necesario que se impulsen nuevas infraestructuras que le den el pulo que se necesita. “Esa ruta es una fuente de riqueza”, concluye la hostelera estradense.

Y es que a los establecimientos no les queda otra opción que adaptarse a los nuevos tiempos. Así ocurre con A Casa do Avó, una casa de turismo rural en Codeseda, la parroquia de la que partió el impuso a este camino. Su regente Francisco Liste dice que se han ido adaptando a la llegada de peregrinos. “La casa se suele alquilar de forma completa, pero para ellos dejamos una o dos habitaciones disponibles”, asegura. De alguna manera, tratan de dar el servicio que ofrecería un albergue pero con las características propias de una casa de turismo rural. “Tienen acceso a la cocina y habitación y baño propio, por lo que no sería exactamente un albergue”, apunta Liste.

Y es que los peregrinos que llegan a A Estrada se encuentran con el admirable esfuerzo de asociaciones y hosteleros por darle a la ruta da Geira el pulo que necesita. Pero a la vista está que pese a su gran potencial turístico, todavía queda mucho camino por hacer.

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