El programa Lalín Coida, que desarrolló el Concello durante los meses de febrero y marzo, ofreció actividades de apoyo a personas mayores, dependientes o vulnerables de 15 unidades familiares. Fueron actividades adaptadas a las necesidades y situaciones de cada persona dependiente “y que tuvieron un impacto positivo en la evolución de los usuarios”.

Orientación espacio-temporal, terapia de reminiscencia, estimulación a partir de los recuerdos, ejercicios de lenguaje, ejercicios de lógica y de memoria, musicoterapia, xerontoximnasia y diversas actividades artísticas y creativas fueron las más destacadas. Cada una de las personas usuarias contó con cuatro sesiones dirigidas por personal especialista en Gerontología y Psicología que desarrollaron su trabajo con equipos de protección. Asimismo, se crearon materiales de trabajo cognitivo personalizado para cada persona participante en el programa. Tras participar en estas sesiones y realizar actividades de estimulación, los usuarios de este programa municipal fueron capaces de mejorar su calidad de vida, trabajando de una manera activa para reducir las pérdidas de memoria, tratando de controlar el temblor de las manos y poder así volver a coger objetos de la vida cotidiana, posibilitando desarrollar ejercicios de lógica de una manera fluida y proporcionándoles, en general, una mejora de la autoestima.

Este programa se inició en diciembre al amparo de una subvención de la Diputación de Pontevedra (mediante ayudas extraordinarias a ayuntamientos de 50.000 habitantes para la prestación de actividades de apoyo a las familias para hacerle frente al impacto del COVID-19) que permitió cubrir el desarrollo de la iniciativa durante ese mes.