Esta Semana Santa muchas maletas se quedarán en casa. La crisis sanitaria no permite ir más allá de las fronteras de la comunidad gallega y la situación epidemiológica recomienda moverse con mucho tiento. Es por ello que toca hacer turismo de proximidad y descubrir nuevos paraísos a la vuelta de la esquina. Muchos lo encontraron este fin de semana especialmente ayer– en A Praíña, un entorno idílico junto al Ulla en la parroquia estradense de Couso. Hasta el lugar llegaron muchos vehículos para hacer uso de una finca en la que se permite la estancia de autocaravanas –un máximo de 24 horas– y el aparcamiento lucía por la tarde lleno hasta la bandera de visitantes que quisieron comer junto al río, tomar el sol o disfrutar de una ruta junto al caudaloso río.
Alguno incluso se atrevió ayer con el primer chapuzón de la temporada para rebajar la temperatura, si bien la mayor parte de los visitantes se quedaron en la hierba y ocuparon los merenderos para disfrutar de la mejor receta en tiempos de pandemia: que corra el aire.
Una decena de autocaravanas disfrutaban este domingo de la finca que cuida la asociación Entre as Pontes, unos 7.000 metros cuadrados de terreno a los que pueden acceder con libertad. Solo se pide un donativo –totalmente voluntario– para que la asociación pueda continuar desarrollando la importante labor que realiza para favorecer, por la vía de la atracción turística, la dinamización económica de toda la zona.
Los campistas valoran de manera especial la belleza del paraje, las alternativas que ofrece y la posibilidad de hacer uso de servicios que están disponibles todos los días de la semana, caso del de supermercado o gasolinera, además de tener cerca hostelería, farmacia o un cajero automático, entre otros.
Muchos llegaron a A Praíña atraídos por las nuevas rutas de senderismo. Desde Pontevea se puede disfrutar ya de la ruta circular que llega hasta O Xirimbao, disfrutando del puente medieval y de la mítica pasarela colgante. Entre as Pontes continúa trabajando sin descanso para conseguir contactarla también con Ximonde, de manera que se pondría a disposición del público un recorrido circular de gran belleza y 26 kilómetros.
También quienes prefirieron un ambiente urbano tuvieron ayer la posibilidad de sentirse de vacaciones. En la capital de Deza, la música de la charanga Ardores de Lalín animó a disfrutar del ambiente mientras uno se daba un baño de sol.
