A Estrada compra el peregrino anónimo

Pagará 3.000 euros por la escultura de Manuel Lago, quien donará 2.000 para ayudar a la hostelería local

Manuel Lago Román y su hijo Xoán posan junto al peregrino metálico frente al consistorio.  | // L.D.

Manuel Lago Román y su hijo Xoán posan junto al peregrino metálico frente al consistorio. | // L.D. / L.D.

L.D.

“Si el plan para robarlo nació en un bar, ese dinero tiene que ir a ayudar a la hostelería”, bromeaba ayer Xoán Lago. Ese es el capítulo final de una historia que comenzó a finales del mes de diciembre, cuando él y varios de sus amigos decidieron robar la estatua del peregrino hecha por su padre Manuel para colocarla ante el consistorio en el día de los Santos Inocentes. Ayer, tres meses después de aquel día. Padre e hijo se sentaban en la sala de juntas del Concello de A Estrada junto al teniente alcalde, Juan Constenla. “Nunca pensé que esto acabaría aquí, sino en la policía dando explicaciones”, afirmaba Xoán de camino a anunciar la venta de la estatua.

Entre uno y otro momento, la escultura del peregrino ha ido convirtiéndose en un conocido símbolo en el corazón de la villa estradense, algo a lo que contribuyó la disparatada historia que había tras ella. “Desde el primer momento creó una gran expectación entre los vecinos y fue una sorpresa para nosotros, por eso estábamos decididos a hacernos con ella”, explicó Constenla, quien destacó la “singularidad y el mérito” de la obra de Manuel Lago.

El teniente alcalde explicó que la escultura metálica tendrá un coste de 3.000 euros para las arcas municipales, aunque no todo ese dinero irá para el escultor. La familia Lago ha decidido donar 2.000 euros a la asociación de Hosteleros A Estrada, representados en esta rueda de prensa por su presidente, Manuel Bascuas, y la directiva Adriana Abelleiro. “Puede parecer poco pero toda la ayuda que nos presten es de agradecer”, afirmó Bascuas, quien confía en dar “algún fin bonito” a esta especial donación. “Estamos ya organizando algunas cosas de cara al verano y vendrá bien esa ayuda”, explicó.

Manuel Lago por su parte se mostró contento por el buen recibimiento que ha tenido su obra por parte de los vecinos y de que el Concello haya decidido dejarla en lugar en el que la dejaron los ladrones. En este sentido, anunciaron que en los próximos días la escultura desaparecerá, aunque volverá en breve una vez se le realicen algunas mejoras, ya que cuando se la llevaron todavía no estaba finalizada de todo.

Lago recordó que esta afición por realizar esculturas metálicas comenzó tras su jubilación. Tras varias piezas, algunas de gran tamaño, se decidió a realizar un peregrino que sirviese como reconocimiento al Camiño da Geira e dos Arrieiros que pasa por A Estrada hacia Santiago. Finalmente, y como detalle final, decidió incorporarle una llamativa mascarilla. La idea era colocar la estatua en su salón, pero su hijo tenía otra diferente.

“La idea surgió un domingo tomando algo con unos amigos. Se la robamos y la cargamos en el camión. A las seis de la mañana fuimos a dejarla ante el concello. La idea era ponerla en el centro de la plaza pero tuvo que quedar a un lado porque en el centro estaban los árboles de Navidad”, recordó Xoán.

Pocos días después se supo finalmente de quién era aquel anónimo peregrino, una figura que a partir de ahora quedará como recuerdo de una historia atípica y con un final feliz.