El coordinador de Compromiso por Lalín, Rafael Cuíña, realizó ayer una valoración del año que acaba de rematar; doce meses en los que el representante del primer partido de la oposición dijo que el gobierno demostró una incapacidad gestora manifiesta pues “el 90 por ciento de las obras correspondían a nuestro mandato”. El exregidor detecta un ejecutivo falto de ideas y al mismo tiempo cerrado a tomar propuestas de su partido que serían positivas para el conjunto de los ciudadanos. Así, lamenta que el equipo liderado por José Crespo “no se deje ayudar” pese a que, dijo, iniciativas de su formación eran constructivas. “Reconozco que todavía me cuesta ser jefe de la oposición y tengo más mentalidad de alcalde, por eso nos gusta hacer propuestas y no ponernos da dar caña. No vamos a tirar de las cloacas como hicieron otros”, apostilló. Con todo, reiteró su disposición a arrimar el hombro y avanzó que pedirá una junta de portavoces “para hablar de cómo ayudar a los sectores económicos más afectados por la crisis que ya está aquí. Pero para eso, la oposición tiene que querer ayudar y el gobierno, dejarse”.

En su análisis a la gestión del equipo de gobierno, ejemplificó la que entiende como falta de capacidad el hecho de que por primera vez en la historia de Lalín un gobierno en mayoría no fuese capaz de aprobar un presupuesto como aconteció el año pasado. “Nosotros trabajamos con las cuentas prorrogadas por estar en minoría, el PP sentarse a hablar y además apoyarse en un tránsfuga”, añadió. Para Cuíña, si los ediles que conforman el ejecutivo local “fuesen trabajadores del sector privado estarían en la calle por falta de capacidad y de gestión”. En esta línea dijo que proyectos como los de reformas de rúas, parques o los 400.000 euros para mejoras de la red viaria municipal están en el haber del cuatripartito y le recordó a Crespo su promesa electoral incumplida de destinar cada año un millón de euros a pistas rurales.

Entiende que el alcalde y su gobierno se dieron de bruces con la realidad y las críticas al cuatripartito por abusar de los reconocimientos de crédito para pagos de facturas se repite y nada se sabe de contratos importantes e incluso “de los de corta y pega como el suministro eléctrico” que, por no tenerlo adjudicado, suponen un gasto extraordinario relevante. Considera inadmisible que las obras en el Lalín Arena se hayan demorado más de un año y medio, con la pobre imagen que para el municipio implica tener que parar partidos como los del Balonmán Lalín por presencia de goteras. “Además han sido un gobierno rácano con las ayudas para el comercio y la hostelería” por la pandemia, desechando iniciativas de Compromiso solo por fines partidistas.

Involución democrática

Cuíña Aparicio detecta “involución democrática” y esta afirmación la sitúa desde varios frentes. Por un lado lamenta el bloqueo constante a la solicitud de comparecencias de los ediles del gobierno, cuando en el mandato anterior eran frecuentes, incluso. por temas menores. También, dice, “el PP volvió a prácticas caciquiles” como dar contratos a empresas de familiares de concejales, de militantes o de personas afines. Acompañado del edil Miguel Medela y de la representante de su partido Lupe Ríos, recordó como el PP en el anterior mandato los amenazó con acudir a la justicia porque la empresa de un “simpatizante” de Compromiso había ganado un concurso para obras en el Cortizo.

Otra cuestión que quiso poner de relevo fue lo que a su juicio fue el boicot deliberado de Xunta y PP a infraestructuras que se estaban gestionando en el anterior mandato como el complejo sanitario o la ampliación de Lalín 2000. Sobre el Centro Integral de Saúde (CIS) apostilló que cuando accedió al gobierno ni siquiera tenía la misma denominación y echó en falta por parte de Crespo que admitiese que el logro del proyecto era compartido. “El CIS va con dos años de retraso, porque el convenio que firmé establecía que la obra debía estar adjudicada a principios de 2019”. Sobre la extensión del parque industrial aludió a la estrategia del gobierno autonómico para demorarlo al pedir una especie de bolsa de solicitudes, algo que, a su juicio frenó entonces la implantación de empresas y la creación de entre 300 y 400 empleos.

También tuvo tiempo para despacharse contra los sindicatos y aseguró que la Confederación Intersindical Galega (CIG) frenó la relación de puestos de trabajo del patronato –exigía la de todo el ayuntamiento– que permitiría garantizar todas especialidades en el conservatorio de música. Por último, preguntó a alcalde por el nivel de inversiones de la Diputación después de echarle en cara en su mandato que no recibía más dinero del que legalmente le correspondía. “En lo que estoy de acuerdo con Crespo, con el que ahora tengo una buena relación, es que esta institución no puede solo apoyar a concellos grandes como Vigo o Pontevedra. Si lo hace, y seguro que se lo merece, con Silleda, pero también debe hacelo con Lalín”, enfatizó.