La última aparición del lobo en la comarca dezana se saldó ayer con una novilla de 7 meses muerta en una explotación ganadera sita en el número 5 del lugar de Rañestras en la parroquia rodeirense de Álceme. "La verdad es que el miércoles a las nueve de la noche estaba bien junto al resto de novillas de su edad, y cuando la fuimos a ver hoy (por ayer) por la mañana ya la encontramos muerta", señala Charo Cangado. La ganadera dezana explica que "quiero que quede bien claro que nosotros no estamos en contra del lobo, pero sí pensamos que hay que tenerlo controlado porque nos hace mucho daño a la gente que vivimos de esto". La explotación "visitada" por el cánido cuenta con dos millares de ejemplares porcinos y un total de 58 vacas de leche en la que este tipo de incidentes no es nada extraño. "Algo parecido nos pasó hace tiempo porque es muy habitual que el lobo se pase por esta zona", recuerda Charo Cangado mientras señala el lugar donde están los restos de su novilla. Hoy está previsto que un camión enviado por el seguro agrícola se haga cargo de los restos del animal muerto como es preceptivo en este tipo de situaciones.