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El Concello pedirá a la Sareb que garantice la seguridad del edificio de Álvaro Cunqueiro

Paz Pérez retomará las conversaciones con la entidad estatal, que ya habría mostrado su intención de actuar -Parte de la fachada de un ático se desplomó la semana pasada

Restos de ladrillo y hormigón caídos sobre la vía en el edificio sin rematar. // Bernabé/Javier Lalín

El pinchazo de la burbuja inmobiliaria dejó en Lalín millares de viviendas vacías y un puñado de edificios sin rematar. Uno de ellos es visto a diario por los miles de vehículos que toman la rúa Areal en dirección a Agolada o los que circunvalan el núcleo urbano por la Rolda Leste. El estado de deterioro de la edificación del Plan de A Viuda -en la calle Álvaro Cunqueiro- es tal que días atrás se desplomó parte de la fachada de uno de los áticos situados al lado de otro inmueble que está habitado.

Por suerte, en esta ocasión no hubo que lamentar daños personales ni materiales, pero otro episodio semejante podría tener unas consecuencias fatales. Por ello, desde el gobierno municipal se contactará con la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) -propietaria del inmueble tras la quiebra de la promotora- para que tome las medidas encaminadas a garantizar la seguridad en el mismo. La concejala de Urbanismo, Paz Pérez, señala que esta misma semana se prevé contactar con la entidad también conocida como el banco malo, al tiempo que asegura que tiempo atrás ya se habían establecido contactos con entidades financieras por casos semejantes en otros inmuebles y que entonces, en este caso la Sareb, ya había mostrado su "disponibilidad" a rematar el destrozado edificio de Álvaro Cunqueiro, cuyos restos de ladrillo y hormigón de la fachada desprendida todavía están tirados en la calle.

A mediados de febrero del año pasado el gobierno municipal anunciaba la aprobación de una orden de ejecución a la Sareb para que dotase a este edificio de las condiciones de seguridad y ornato de las que carecía, otorgando un plazo de un mes para la realización de dichas obras. En caso contrario, la entidad estatal sería sancionada con multas de 1.000 a 10.000 euros reiterables cada tres meses.

Conviene recordar que este organismo fue creado precisamente para liberarse de la extensísima bolsa de viviendas que no pudieron ser comercializadas a raíz de la crisis. En Lalín, son varias las inmobiliarias que ejercen de comercializadoras de estos hogares, pero en muchos casos el importante deterioro que presentan estas edificaciones, obliga a la Sareb a acometer primero obras de adecentamiento antes de poner los pisos a la venta.

Uno de los casos más llamativos fue el edificio que ocupa la manzana que abarca las calles Rosalía de Castro, Molinera y Joaquín Loriga. Rematado hace unos meses, buena parte de los pisos ya fueron vendidos por una inmobiliaria local que actuó como mediadora ante otra de ámbito estatal. Estas operaciones se realizaron, transcurridos varios años, y después de que la sociedad contratase a una empresa la recolocación de las piedras de la fachada de la antigua vivienda con fachada a la calle Loriga.

Por otro lado, la apertura de la totalidad del viario de este SUE-4 es una asignatura pendiente desde hace muchos años y la calle que confluye en la ronda situada al lado del centro comercial Deza permanece vallada. Tras la aprobación de este ámbito urbanístico, en 2003, se aprobaron varios procedimientos encaminados a la apertura de esta vía, pero por el momento continúa cerrada al tráfico. A finales de 2017 se había anunciado el desbloqueo de esta situación, mediante la aprobación de un cambio en dicho plan parcial, también conocido como el de la carretera de Lugo.

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