Vila de Cruces, por su parte, dispone de un punto limpio construido en el año 2012 en el polígono forestal de Aguillos, en Cumeiro. Su construcción ascendió a 267.897 euros, acometidos mediante fondos europeos Feder, como indica la web de Medio Ambiente. Abre los viernes por la mañana, en turno de 9.30 a 13.30 horas.

Como en los demás puntos limpios, clasifica sus residuos en no peligrosos (envases ligeros, de vidrio o cartón, maderas de residuos domiciliarios, plásticos o restos de obras menores) peligrosos (aceites de motor, disolventes, aerosoles) o electrodomésticos. El exregidor, Jesús Otero, explica que desde su inicio el aumento de uso fue notable, ya que tanto personal de Protección Civil como de vías y obras efectuaban la recogida a domicilio de colchones, neveras y otros voluminosos. Aún así, de vez en cuando solían aparecer al lado de las instalaciones lavadores y colchones abandonados.

A pesar de este servicio, el exregidor indica que proliferaban los vertederos incontrolados en distintos puntos del municipio. Teme que los autores de estos vertidos sean vecinos de otros municipios que carecen de instalaciones e las que tratar de forma adecuada este tipo de enseres. El problema de los vertederos incontrolados a escala estatal es tan grande que el tribunal de Justicia de la UE condenó en 2017 a España por no clausurar 61 vertederos ilegales. El proceso puede acabar en sanción económica.