La Xunta le confirmó ayer al Concello de Silleda la concesión de una ayuda de 30.651 euros para instalar un nuevo sistema de iluminación en el campo de fútbol de Mularedos, en Lamela. El gobierno municipal tendrá que aportar la cuantía restante hasta completar los 48.397 euros de inversión total. La subvención procede del Fondo de Compensación Ambiental, en la línea no competitiva.

El sistema actual de iluminación de este campo de fútbol tiene ya varios años de antigüedad y cuenta con un grado lumínico deficiente, que afecta incluso al desarrollo de los entrenamientos y de las competiciones. Dispone de seis torres, de nueve metros de altura. Con el proyecto que maneja el concello, se colocarán luminarias LED en cuatro torres, con una altura de 16 metros, repartidas de forma uniforme a lo largo del campo.

Desde el Concello también se presentó un proyecto a las ayudas de ese fondo, pero en la línea no competitiva, para cambiar la iluminación en el campo de Agronovo, en la parroquia de Laro. En este caso, el estadio dispone de seis torres de iluminación, pero la idea es instalar dos más, usando también sistemas LED. El presupuesto de esta actuación es de 40.000 euros. En ambos recintos el Concello de Silleda colocó en su momento colectores solares para mejorar el sistema de agua caliente.

Silleda no es el único municipio dezano que vela por el buen estado de sus instalaciones deportivas. El concello vecino de Vila de Cruces recibió ayer el convenio con la Secretaría Xeral para o Deporte, según el que el organismo autonómico aportará 24.000 euros para cubrir las gradas del campo de fútbol de O Camballón. La cuantía cubre el total de la inversión y supone un paso más en el lavado de cara que recibió en los últimos meses este recinto. Tras la dotación de césped artificial por parte de la Diputación (un proyecto que se arrastraba ya desde el anterior gobierno municipal), Cruces también cambió los asientos del estadio, reformó los vestuarios y cambió la caldera que proporciona agua caliente.

El regidor cruceño, Jesús Otero, señala que ahora su gobierno quiere mantener reuniones con colectivos de las parroquias de Merza, Brandariz y Piloño para decidir qué puede hacerse con sus respectivos campos de fútbol, en desuso "y a los que podría dárseles nuevo contenido, reorientándolos a nuevos deportes o a pistas polideportivas", por poner algún ejemplo. Todos están sobre suelo de propiedad municipal.