En diciembre pasado remató el proceso de regularización catastral impulsado por el anterior Gobierno central, que afectó a todos los municipios españoles. Los concellos, tuvieron 5 años para gestionar por medios propios o ajenos las altas de aquellos bienes inmuebles que no figurasen el en padrón e incorporarlos al mismo para que comenzasen a tributar.

En la zona, el proceso arrancó en 2014 en Vila de Cruces y Cerdedo para continuar en 2015 en Agolada y, ya a partir de 2016, extenderse al resto de municipios. En total, permitió regularizar 19.825 inmuebles, de los que casi el 70%, es decir, 13.603, son de carácter urbano. Lalín y Silleda tienen el mayor volumen de bienes legalizados, con 4.201 y 3.092, respectivamente. Cruces, que es el tercer concello más poblado, es donde la incidencia fue menor ya que la revisión demostró que había que regular sólo 316. La cifra es mucho más amplia en Rodeiro, con 2.770 inmuebles regulados, mientras que en Agolada se detectaron 1.885 sin legalizar y en Dozón, 1.208. En cada uno de los seis municipios también predominan los bienes urbanos sobre los rústicos. En Tabeirós-Montes Montes, en total quedaron actualizados 6.353 inmuebles; 4.519 urbanos. La cabecera comarcal, A Estrada, tiene ahora incorporados 4.543 nuevos inmuebles, mientras que en Forcarei fueron, 834. En Cerdedo quedaron regulados 183 inmuebles, todos ellos de carácter urbano, además, mientras que en el vecino hubo que dar de alta otros 793.