La iglesia parroquial de Lalín acogerá el próximo sábado 8 de abril el concierto de la Banda de Música de Vilatuxe donde se interpretará La pasión de Cristo del valenciano Ferrer Ferrán. Se trata de un nuevo reto de la formación musical dezana que dirige Víctor Manuel Vilariño Salgado.
-¿Qué significa para una banda como la de Vilatuxe poder poner en escena la pieza de Ferrán?
-Desde luego, es una obra tremendamente complicada, larga, y si existe una escala de grado de dificultad, ésta se encuentra en lo más alto. Se trata de una pieza estructurada en tres movimientos, que cualquiera de ellos se podía considerar una obra en sí.
-¿Por qué se decidió por una obra de esta envergadura?
-A lo largo de todos los proyectos que presentamos anualmente, habíamos pensado en hacer algo relativo a la Semana Santa porque la Banda de Vilatuxe se suele limitar a acompañar algunas procesiones en esa época. Decidimos dar un paso adelante y ponernos con algo que significase un poco más todo lo que es la temática de la Semana Santa, y en La pasión de Cristo encontramos una pieza musical que aúna todas esas cosas.
-¿Está capacitada la Banda de Vilatuxe para atreverse con algo parecido a lo que van a hacer?
-Por supuesto, confío en mis músicos y en la banda que tengo a mi cargo, pero está bien algunas veces poner el listón un poco más alto para poder llegar a cosas como lo que vamos a interpretar.
-¿Cuánto tiempo llevan preparando los ensayos de la pieza?
-Si no recuerdo mal, empezamos a ensayarla a principios de febrero, así que serán casi dos meses de intensos ensayos. Lo cierto es que nunca es suficiente porque yo soy de los que nunca me llegan los ensayos que hago, pero el trabajo se está viendo y tanto la pieza como los músicos están madurando. Está claro que una obra de esta envergadura con una banda tan joven por mucho que trabajes, llega un punto en el que tienes que dejar que también maduren los músicos. De todas formas, estamos llegando a un nivel muy alto de interpretación, que es lo que hace falta para este tipo de piezas musicales.
-¿Cómo lo llevan los músicos?
-Están muy motivados por la envergadura de la obra y porque, además, aunque es difícil de tocar, es muy bonita de escuchar y de tocar. Es una obra que exige mucha interactuación de los músicos, y todo eso está muy bien para ellos.
-¿Habrá nuevos retos de esta importancia en la Banda de Vilatuxe?
-Por supuesto. La banda está en un momento dulce y muy bueno, funcionando muy bien la escuela y las agrupaciones infantil y juvenil. Creo que con proyectos de esta índole seguiremos tratando de sorprender a la gente en el futuro.
-¿Alguna competición en ciernes para la agrupación musical?
-Lo más cercano en el tiempo es el día 6 mayo, con la banda juvenil, que actuaremos en el festival de Merza, que organiza la Artística de esa localidad. Con la banda grande lo que tenemos previsto son fiestas y el campamento que llegará a su cuarta edición, y que está teniendo una muy buena acogida durante la época de verano. Creo que lo haremos en la segunda o tercera semana de junio, más o menos.
-En el ámbito personal, ¿piensa afrontar nuevos retos como músico?
-Compagino la banda con el conservatorio, y en eso estoy centrado ahora. De vez en cuando sigo tocando con orquestas como la Nacional de España, con la que estuve hace más o menos un mes. Tampoco quiero olvidarme del mundo porque, al fin y al cabo, fue en lo que estuve trabajando hasta hace bien poco. Quizás en el futuro me centre en preparar pruebas para orquestas sinfónicas, aunque llevo unos años apartado de todo eso, así que intentaré volver a una senda que me vuelve a llamar un poco. De momento, no me puedo quejar porque tengo mucha suerte con la vida que estoy llevando.
