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La "abillada" de la sidra estradense

Los lagares de A Estrada comienzan a abrir sus depósitos para catar los caldos de la temporada

Los vascos lo llaman "txotx" y los asturianos "espiche". En ambos casos los términos se refieren al momento en el que la primera sidra de la temporada sale de los barriles. Es el momento de la verdad en los lagares. De comprobar el resultado de meses de esfuerzo y trabajo para conseguir extraer de la manzana el mejor elixir. En el caso de Galicia, y en el de A Estrada en particular, la palabra que se pretende acuñar para definir el aguardado instante de hacer girar el grifo del tonel para enfrentarse a la cata es el de "abillada". Pues bien, en el municipio estradense comienza la "abillada" de la sidra y los primeros resultados han dejado buen sabor de boca.

En Lagar de Ribela, situado en la parroquia estradense del mismo nombre, Jesús Armenteros explicaba ayer que tras un mes de fermentación y otros tres de maduración en los depósitos, estos días llega el momento de comprobar la evolución de la añada y de tomar decisiones sobre trasiegos y mezclas, a fin de conseguir que en primavera la sidra esté para encorchar. "Si todo va bien climatológicamente, estos fríos favorecerán la limpieza y finura del vino de la manzana, que facilitará el resultado final de una sidra más fina y aromática", indicó.

Reconoció el lagarero que este año la cosecha de manzana fue anómala, con una importante reducción del número de kilogramos de este fruto recogidos en el campo estradense. Sin embargo, apunta que la sidra elaborada con esta escasa manzana "se presenta con cuerpo y aroma y con grado alcohólico óptimo por el verano tórrido del 2016". En este sentido, apuntó que el fruto entró en el lagar con una avanzada maduración, de tal manera que ya traía mucho azúcar acumulado. Durante la fermentación este se convirtió en alcohol, ofreciendo un caldo de 6º.

Armenteros explicó que en enero es tradición la apertura de los barriles y depósitos de sidra para comprobar el resultado de estos meses de asentamiento de la sidra. "Estamos viendo el potencial que va a tener". Este es el momento de valorar la realización de trasiegos o cambios para que el producto final llegue al consumidor en las mejores condiciones.

"La valoración desde Lagar de Ribela es de una añada de gran calidad", apuntó este lagarero estradense. "Es un balance muy positivo. Incluso excepcional", añadió. Entre las distintas referencias que ofrece la firma, la pretensión de esta empresa es distribuir en los próximos meses unas 20.000 botellas de sidra elaborada en A Estrada.

A las cuatro variedades que ya venía comercializando -Ribela clásica, botellín, Bágoas na Choiva y Maceiras Vellas-, Lagar de Ribela sumará este este año una quinta referencia. Se trata de una sidra espumosa al estilo inglés, un poco carbonatada, más dulce y dentro de las denominadas sidras secas. En estos momentos el lagar afronta el diseño del etiquetado para que esta primavera pueda comenzar a distribuirse esta nueva propuesta.

En Agar, el otro lagar estradense con registro sanitario esperará al mes de febrero para comenzar a probar la producción de este año. Víctor Peroja explicó que la sidra que lleva su apellido se encuentra en la recta final de la fermentación. Se la está dejando reposar para que pronto pueda escenificarse también en este lagar la esperada apertura de la "billa" para que brote la sidra de este año. Llegará después el momento del embotellado.

Calcula Peroja que este año su lagar pondrá en circulación unos 5.000 litros de este caldo. La empresa hará llegar su sidra al consumidor a través de establecimientos hosteleros y tiendas tradicionales, con especial incidencia en las especializadas en producto ecológico.

Aunque Ribela y Peroja son, por el momento, los dos únicos lagares con registro sanitario existentes en A Estrada -se está promoviendo un tercero-, esta no es la única sidra que lleva el nombre del municipio. Existen otras firmas locales que, tras aportar la manzana, comercializan con nombre propio y sello estradense estos apreciados caldos.

Cuando se haya superado la fase de embotellado y comience la distribución, restará menos para que el municipio viva una nueva edición de la Feira da Sidra, un evento en el que los lagareros locales presumirán de sidra. Será otro momento de la verdad. En este caso la cata la hará el público.

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