El maleficio fuera de casa se prolonga

Un Pontevedra sin puntas titulares aguantó una hora ante el líder | Dominio granate en la primera parte, que se terminó con los primeros cambios | Guèye disfrutó de sus primeros minutos tras su regreso

Brais Abelenda ejecuta un disparo ante el Alcorcón.

Brais Abelenda ejecuta un disparo ante el Alcorcón. / ÁREA 11

Área 11

El Pontevedra CF cayó en casa del líder y continúa su desastrosa racha a domicilio, donde no suma puntos desde la victoria en el feudo del Algeciras el pasado 18 de diciembre.

El cuadro granate dio la cara en el feudo del primer clasificado durante todo el encuentro, pero acabó derrotado cuando en una de las fases de más dominio local, mediado el segundo periodo, el testarazo de Adri Dalmau decantaba la cuestión. Hasta entonces los de Juan Señor habían tuteado al líder Alcorcón en un encuentro con pocas ocasiones realmente claras de gol, y tras el uno a cero los lerezanos se lanzaron al ataque forzando un par de buenas opciones que el arquero Ruiz despejó hasta sellar el uno a cero.

A los dos minutos fue el Pontevedra el primero en avisar, cuando una entrada de Seoane por la diestra acabó con un centro que se paseó por el área chica alfarera sin encontrar remate. Otra llegada peligrosa de Seoane a los ocho minutos acababa en los guantes de Chus Ruiz, y es que el Pontevedra de Juan Señor estaba dando la cara en Alcorcón, sin pertrecharse atrás ni mucho menos. Duelo equilibrado en la zona ancha y valentía en el conjunto lerezano, con susto a los 13 minutos -mal número- cuando Churre se hacía daño en la rodilla tras un choque con un rival en la disputa por el esférico. Seoane era uno de los grandes argumentos del Pontevedra para generar peligro con sus constantes subidas, y con algunas dudas de los dos cancerberos en determinadas salidas del marco se llegaba al descanso de un encuentro con poquísimo peligro en las áreas.

Arrancaba el segundo periodo con Derik por el golpeado y renqueante Churre, y con aviso local a los 50 segundos en un disparo raso y cruzado de Chiki desde el vértice del área que Cortés despejaba con acierto.

Comenzaba a asediar el Alcorcón al área lerezana con una serie de centros peligrosos desde los dos costados, muy activos Javi Lara y Ernesto. Un despiste de Bastos generaba otra llegada madrileña, pero Román taponaba oportunísimo el disparo de Lara desde el balcón del área. A los 64 minutos de partido, un fallo del meta local Jesús Ruiz en la salida de pelota desde atrás le regalaba el esférico a Bastos, pero el disparo del zaguero granate desde el vértice de área chica lo sacaba el meta alfarero rectificando un error en quizá la ocasión más clara del Pontevedra hasta aquel instante.Esa jugada volvió a despertar a los de Fran Fernández, con ocasiones que se perdieron cerca del poste lerezano.

Esta fase de acoso del líder acabó derribando la muralla del Pontevedra cuando un gran centro de Víctor García desde la diestra, tenso, potente, lo remataba con la testa el recién entrado Dalmau para superar a Álvaro Cortés.

Nuevo decorado en el encuentro y obligados los de Juan Señor a estirarse, Brais Abelenda ponía a prueba al meta de los locales con un zapatazo desde la frontal. El siguiente en probar era Miguel Román, zambombazo de diestra desde 25 metros que buscaba la escuadra y que sacó la manopla de Ruiz.

Llegaba el Pontevedra con mucho peligro en una dinámica que invitaba al optimismo tras la buena reacción de los de Señor al mazazo del uno a cero. Un jugadón de Pablo García en una contra a punto estuvo de sentenciar con el segundo gol local, pero su disparo final se perdía cerca del poste.

El cansancio parecía empezar a hacer mella en los granates, donde reaparecía Libasse Gueye después de su "expediente X", en la búsqueda de revulsivos de última hora. Un disparo desviado de Álex González era de las últimas oportunidades del Pontevedra, con peligro ya dos minutos por encima del noventa cuando en una falta colgada al área, el testarazo de Soto se perdía fuera por poco. Seoane tuvo la última con un disparo raso que moría en los guantes de Jesús Ruiz. Como moría el sueño lerezano, derrotado en el campo del líder.

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