Fútbol - Primera Federación

Más que un revulsivo, todo lo contrario

Toni Otero debuta como entrenador del Pontevedra con la derrota más abultada del curso

Toni Otero habla con Álex antes de un entrenamiento. |  // RAFA VÁZQUEZ

Toni Otero habla con Álex antes de un entrenamiento. | // RAFA VÁZQUEZ / Cristina Prieto

El cambio de entrenador no ha sentado bien al Pontevedra. La etapa de Toni Otero en el banquillo granate empezó con la derrota más abultada de lo que va de temporada (20 partidos de liga y dos de Copa) y el equipo cayendo a la penúltima posición de la clasificación, quedándose a cuatro puntos de la permanencia en Primera Federación. El vigués se ha quedado bastante lejos de ser el revulsivo que se esperaba, cometiendo incluso más errores que su predecesor, Antonio Fernández, a lo largo del encuentro contra la Balompédica Linense (3-0).

Quizá más preocupantes que los números fueron las sensaciones que dejó el equipo en cuanto a juego. El hasta ahora director deportivo no fue capaz de sacar rendimiento a una plantilla que él mismo confeccionó, dejando una sensación de debilidad defensiva, inocencia y timidez en ataque y falta de profundidad de banquillo. Para las dos primeras cuestiones puede haber solución, ya que se trabajan en los entrenamientos, pero para la última parece que no la habrá, ya que el mismo Otero descartó que se realizaran fichajes en el mercado de invierno, en el que el Pontevedra solo ha incorporado al defensa Derik Osede y ha traspasado al centrocampista Mario Ortiz, sin saber todavía qué pasará con el futuro de Gueye, que sigue sin regresar a la disciplina granate desde las vacaciones de Navidad.

Cambio de sistema

A pesar de llevar solo dos días al frente del equipo, Toni Otero quiso mostrar su personalidad haciendo las primeras modificaciones con respecto a lo que había planteado Antonio en encuentros anteriores. Así, apostó por un sistema cercano a un 4-4-2 que más que reforzar la faceta ofensiva del equipo, lo que hizo fue debilitar la defensiva.

Si no fuera por que Cacharrón estuvo especialmente inspirado bajo palos, el Pontevedra podría haberse ido al descanso perfectamente dos o tres goles por debajo en el marcador. La Balona le creó problemas casi en cada ataque que realizaba, superando sin apenas oposición a la defensa granate.

Solo dos tiros a puerta

La faceta ofensiva del Pontevedra el pasado domingo no mejoró a la defensiva. Si por un lado el equipo encajó tres goles (que gracias a las intervenciones de Cacharrón no fueron dos o tres más), por el otro solo realizó dos tiros entre los tres palos en todo el encuentro disputado en la Línea de la Concepción. A nivel de creación los jugadores mostraron muy pocas ideas y tampoco hubo apenas desborde ni velocidad, salvo en alguna llegada aislada de Álex González o Martín Diz.

Sustituciones

Tampoco tuvo suerte Toni Otero en las sustituciones, tanto en las obligadas por lesión, como en las técnicas para intentar cambiar la dinámica del partido. No se había cumplido el primer cuarto de hora cuando tuvo que cambiar a Brais Abelenda por lesión y dio entrada a Valen, por delante de jugadores como Oier Calvillo o Rubio, toda una declaración de intenciones del entrenador.

A pesar de que la primera parte contra la Balona fue de las peores de la temporada, Toni Otero no realizó cambios en el descanso. La segunda sustitución la realizó en el minuto 58, sacrificando a un delantero como Charles por Bakero y dando entrada a Masogo por un lesionado Borja Domínguez. La idea no funcionó. Tampoco funcionaron los cambios que hizo tras encajar el primer gol, retirando al mismo Valen por Martín Diz y metiendo a Rufo por Miguel Román, con lo que acabó de desestructurar la medular.

Próximo rival

El primer test de Toni Otero en Pasarón será el próximo domingo, a las 17.00 horas, contra el Real Madrid Castilla, actualmente tercero en la clasificación.