Toni Otero debuta empeorando a Antonio

El Pontevedra encajó la derrota más abultada de lo que va de temporada en su visita a un teórico rival directo, la Balompédica Linense - El equipo granate, con Otero como nuevo técnico, solo tiró a puerta dos veces

Seoane pelea un balón aéreo con un rival de la Balompédica Linense en el partido de ayer. |  // ÁREA 11

Seoane pelea un balón aéreo con un rival de la Balompédica Linense en el partido de ayer. | // ÁREA 11 / Área 11

Área 11

Dos disparos a puerta en algo más de 90 minutos. Es el triste y gris bagaje del Pontevedra en su visita a la Balompédica Linense, ante la que encajó la derrota más abultada de lo que va de temporada. El hasta ahora director deportivo granate Toni Otero se estrenaba como entrenador y lo hizo empeorando notablemente los números de su predecesor, Antonio Fernández. Sin apenas tiempo para hacer demasiados cambios, ya que tomó las riendas del equipo el viernes, el vigués sí que se atrevió a cambiar de sistema, apostando por un 4-4-2 que afectó negativamente a la faceta defensiva, y no fue capaz de hacer reaccionar a los suyos con unas sustituciones que debilitaron aún más al equipo.

Ni tópicos cumplidos, ni victoria segura, ni fútbol. El estreno de Otero en el banquillo no mostró ninguna mejora en el juego de un Pontevedra plano, gris, superado de principio a fin por una Balompédica Linense que al final encontró el premio con tres goles. Y es que los granates sobrevivieron más de una hora gracias a las paradas de Pablo Cacharrón, pero al final el fútbol cumplió su lógica. Tercera derrota seguida para el equipo, anclado en esa antepenúltima plaza con 18 puntos y ofreciendo síntomas más que preocupantes.

Toni Otero se plantaba en su estreno con línea de cuatro atrás y cuatro caras nuevas con respecto al último once de Antonio Fernández. La baja de Soto catapultaba al once inicial a Luis Martínez ante una Balona cansada por la cita intersemanal de 72 minutos ante Unionistas, y el encuentro vivió un inicio frenético. Cacharrón se lucía a los cinco minutos ante un chut cruzado de Álex Guti, y al minuto un robo de los locales en tres cuartos acababa en un trallazo de Joao Pedro desde el balcón del área que se estampaba en el travesaño.

Respondían los lerezanos en un pase filtrado a Brais Abelenda, quien driblaba a Varo en su salida pero, muy escorado, no podía chutar sino que optaba por ceder a Yelko, quien no conectó bien. Pero era la Balona la que dominaba y llegaba. Problemas para Otero, obligado al cambio de Brais Abelenda para dar entrada a Valen, quien pronto vería una amarilla.

El partido entró en un declive hasta la media hora, cuando Joao Pedro se sacaba de la manga otro jugadón con disparo final para el lucimiento del meta pontevedrés. Volvían a acosar con fuerza los locales y un trallazo lejano de Romero hacía un extraño quizá por el viento, pero Pablo Cacharrón rectificaba en pleno vuelo para despejar en un escorzo imposible. La pelota le caía a Álex Guti pero su disparo se iba alto en otra fase de acoso balono y sufrimiento granate.

Apenas se asomaban los lerezanos al área de Varo, si acaso en un buen centro de Álex González al que no llegaba por muy poco Valen. Y con la enésima intervención de Cacharrón se llegaba al descanso con 0-0.

La segunda parte ofrecía más acercamientos del Pontevedra desde los primeros compases, pero con una timidez alarmante. Poco a poco los locales comenzaban a carburar nuevamente desde la zona ancha. Eran casi los mejores minutos de los granates en toda la matinal, con una oportunidad en disparo desviado del recién entrado Álex Masogo, pero reaccionaba ante ese decorado el técnico local con un doble cambio que resultó letal para la suerte del encuentro.

La primera pelota que tocaba Yassin Fekir era para recoger un pase filtrado en diagonal de Joao Pedro, driblar a Cacharrón en su salida y hacer el primero a puerta vacía.

Martín Diz lo intentaba con un centro raso que no hallaba rematador, pero con el Pontevedra adelantando líneas, cuando la Balona templó sus posesiones encontró un filón y mucha pradera sin defensas por delante. Avisó primero Koroma y a la siguiente, Yassin Fekir metía un pase de crack sobre la entrada en carrera de Álex Guti, que definía por raso y entre las piernas de Cacharrón.

Tocaba pensar en milagros y Bakero tenía un buen remate a centro de Álex, pero el esférico moría en los guantes del meta Varo. Y llegó la sentencia cuando Koroma se fue en carrera, peleó la pelota con más fe que la zaga y su disparo en el balcón del área lo despejaba Cacharrón, quedando la pelota muerta pata que Toni García remachara desde cerca el 3-0.