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Instalaciones deportivas

La Fundación Rías do Sur prepara la apertura de Pontemuíños a los clubes

El auto judicial permite la inminente reanudación de la actividad deportiva en el centro

Protestas a las puertas del Complejo Deportivo Rías do Sur de Pontemuíños. Gustavo Santos

Ya queda menos para que el Complejo Deportivo Rías do Sur, situado en Pontemuíños, pueda ser utilizado de nuevo por los deportistas federados de los clubes de la zona.

La noticia llega después del auto judicial emitido la semana pasada por la titular del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Pontevedra, que habilita a la Fundación Rías do Sur a abrir y utilizar las instalaciones de la piscina olímpica para los deportistas de los clubes –no los usuarios particulares– si se hace cargo de los costes de mantenimiento.

Por su parte, fuentes de la Fundación señalan a FARO que la apertura del centro deportivo situado en Pontemuíños se va a producir de manera inminente, de mutuo acuerdo con los clubes que hacían uso de ella hasta su cierre, después de que se lleven a cabo unas reparaciones en el espacio.

Este auto judicial, el segundo de su naturaleza llega semanas después de que la titular del Juzgado número 3 anulase por un defecto de forma la primera orden de reapertura inmediata de la piscina olímpica.

Una situación provocada debido a que la empresa concesionaria del espacio, Supera, no recibió comunicación ni citación alguna por parte del Juzgado para acudir a la vista judicial en la que se decidiría si se aceptaban las medidas cautelares solicitadas por la Fundación Rías do Sur, un hecho que se ha confirmado en esta segunda ocasión, donde ambas partes sí fueron citadas exitosamente.

Regreso a la normalidad

Con esta decisión, se prevé que los clubes involucrados, como es el caso del CN Galaico, el Galaico Sincro y el Club Waterpolo Pontevedra, puedan retomar próximamente su actividad deportiva en los servicios de agua de Pontemuíños, después del cese de las actividades ocurrido el pasado mes de abril, cuando la concesionaria de los espacios, Supera, esgrimió que se veía obligada a acometer el cierre por el alto coste energético que suponía el mantenimiento de las instalaciones.

Este anuncio provocó que clubes como el Waterpolo Pontevedra, inmerso en plena batalla por ser el primer equipo gallego en ascender a la Primera Nacional Femenina, tuviese que disputar su partido de la fase de promoción en la piscina de la Escuela Naval Militar.

En otros casos, la actividad deportiva de las categorías de base tuvo que ser derivada a otros espacios como el Centro Galego de Tecnificación Deportiva o la piscina de Campolongo.

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