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El Pontevedra, incapaz de imponerse

Abrió la lata Rubio con un golazo lejano - Los granates apenas vieron puerta en el segundo tiempo - La pena máxima cambió el devenir del encuentro - El pinchazo del Adarve mantiene en cinco la diferencia con el líder

Samu Araújo, defensa del Pontevedra, pugnando por un balón contra un jugador del Compostela. Área 11

El Pontevedra no tuvo la clarividencia de partidos anteriores y no pasó del empate en Compostela. Su rival llevaba un mes sin competir pero dio la talla y demostró que es unos de los mejores equipos del grupo. Con este resultado, los granates rompen una muy buena racha de seis victorias consecutivas pese a que habían logrado adelantado en el marcador. El líder, Adarve, también empató, en Segovia, y mantiene la ventaja de cinco puntos sobre los pontevedreses, segundos en la clasificación.

Los primeros compases de partido fueron muy igualados. El Pontevedra, consciente de que el Compostela es un rival de entidad, empezó el choque con las líneas muy juntas, tocando el balón y buscando asegurar el pase.

Era previsible que los locales salieran más enchufados en busca del gol espoleados por la afición del Vero Boquete y no fue así. También eran consciente que los granates son un equipo muy peligroso y con mucha pegada y no querían recibir un gol en un contragolpe.

El resultado es que los primeros minutos fueron de tanteo y por destacar algún lance destacado, el tempranero cambio que tuvo que hacer Ángel Rodríguez, Seoane se lesionó en el minuto 5 yen el 9 fue sustituido por Santi Figueroa.

En esta dinámica de centrocampismo se estaba cuando el conjunto de Ángel Rodríguez robó un balón en el centro del terreno de juego y Álex González avanzó rápido por su banda y se sacó un buen centro al segundo palo que recibió Alberto Rubio. Con la zaga celeste algo lenta, le dio tiempo de perfilarse el balón hacia su zurda y batir a Pato Guillén.

El partido se ponía muy favorable para los granates que incrementaron más, si cabe, el planteamiento de inicio de partido, juntar las líneas, no dejar huecos al rival y lograr hilvanar alguna contra para ampliar la renta. Los granates sí exhibieron un gran oficio para aprovechar su oportunidad, ponerse por delante en el marcador y mantener la renta en estos primeros 45 minutos.

Tras el descanso cambió el panorama. El Compostela dio un paso adelante y salió dispuesto a empatar el partido. Los granates comenzaron la reanudación algo fríos y en el minuto 56 encajaron el gol del empate. Víctor Vázquez pisó a Pablo Durán dentro del área y la correspondiente pena máxima la transformó en gol Samu.

Pero ante el empuje local en el centro del campo el Pontevedra era incapaz de poner pausa y generar fluidez en la circulación de balón por lo que no tenía el dominio de partido y solo llegaba al área rival en acciones aisladas. Los cambios del Compostela le sentaron bien y prueba de ello es que Parapar, uno de los jugadores que saltó al césped del Vero Boquete, obligó a Cacharrón a realizar una buena intervención atrapando el disparo del jugador local. El Compostela había mejorado sus prestaciones respecto al primer tiempo pero los granates tenían mucha pólvora en el campo. De hecho, Rufo y Charles pudieron poner el 1-2 en el minuto 72 pero Guillén se erigió en salvador de los suyos, primero en el mano a mano a Rufo y acto seguido con una estirada al tiro de Charles.

Tres minutos después Ángel Rodríguez hizo un triple cambio.El Compostela gozó de una buena ocasión a falta de diez minutos. Vesprini botó una falta que se fue muy cerca de la meta defendida por Cacharrón.

En los minutos finales faltó claridad de ideas a ambos conjuntos y el Pontevedra no fue capaz de hacerles llegar balones arriba. El local Beltrán vio la roja en el añadido por protestar una falta pero el Pontevedra no tuvo tiempo de aprovecharlo y firmó un empate en un campo complicado.

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