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Un empate que no cambia nada

El Pontevedra consigue sobreponerse a un gol al filo del descanso gracias a un tanto de penalti de Charles para salvar un punto en su visita al Sporting B - Los granates se mantienen líderes tras el empate del Oviedo B

Damiá Sabater intenta superar la presión de dos rivales del Sporting B en el partido de ayer. | // ÁREA 11

El Pontevedra salvó un empate en su visita al Sporting de Gijón B que le deja un sabor agridulce, pues no le sirve para abrir distancias con la zona de descenso a Tercera RFEF, pero siempre es más positivo que perder, y es que a los de Luisito se les puso el encuentro muy cuesta arriba al filo del descanso con el gol de Koné, que recogía los frutos de una buena primera parte del filial sportinguista ante un cuadro granate bastante gris. Charles empató para los granates al inicio de la segunda parte y, a partir de ahí, crecieron y dispusieron de dos ocasiones claras para marcar, de ahí que el resultado se les quedase algo corto, a pesar de que no mostraron una gran imagen en Mareo.

Este empate no cambia demasiado la clasificación, en la que el Pontevedra se mantiene líder con 25 puntos, empatado con el Oviedo B, que también igualó en su encuentro de la jornada contra el Salamanca (0-0), y sigue estando a tres puntos del descenso a Tercera RFEF.

Salió mejor el filial sportinguista al terreno de juego ante un Pontevedra agazapado que esperaba a ver como transcurrían las cosas. Los locales se hicieron pronto con el control del balón y en los primeros compases del encuentro encontraron a su rival algo descolocado, lo que les permitió generar dos ocasiones claras de peligro. La primera, ya en el minuto 2, en una rápida jugada de combinación que culminaba Lucas pero, por suerte para los granates, su disparo se iba fuera rozando el palo. Apenas tres minutos mas tarde volvía a la carga el conjunto asturiano con un disparo lejano de Koné que, sin embargo, obligaba a Álvaro Cortés a emplearse a fondo para evitar que el gol subiese al marcador.

A partir de ahí el Pontevedra se centró, empezó a encontrar su sitio y se hizo mas fuerte en el centro del campo. El Sporting B seguía teniendo el balón y moviéndolo con soltura, aunque ahora tenía muchos problemas para superar la línea defensiva impuesta por el cuadro granate y ya no generaba ocasiones. El encuentro era intenso y muy disputado, pero durante casi media hora los porteros se convirtieron en meros espectadores. Los locales querían, pero no podían, y el Pontevedra apenas hacía amagos de irse en busca de la portería contraria, parecía que se conformaba con defender el 0-0 y prefería no asumir riesgos.

No fue hasta la recta final de la primera mitad cuando el encuentro se animó de nuevo. El equipo de Luisito trató de dar un paso al frente y el Sporting B aprovechó los espacios para volver a generar peligro. Así, en el 36, Pelayo Suárez estuvo a punto de marcar en un remate de cabeza que se fue rozando el larguero.

La primera ocasión del Pontevedra llegaba en el minuto 38, en un remate de Charles de cabeza que se iba fuera por muy poco. Pero cuando ya parecía que se iba a llegar al descanso con el 0-0 inicial, en el minuto 44, Koné conseguía adelantar a los locales en un gran contragolpe del filial sportinguista.

El gol del Sporting B al filo del descanso obligaba al Pontevedra a cambiar su planteamiento de cara a la segunda mitad. Los de Luisito no podían permitirse perder en Mareo si no querían complicarse la vida e iban a tener que ir en busca del empate. Y no pudieron empezar mejor las cosas para los granates en la reanudación, ya que a los cuatro minutos de juego el colegiado decretaba penalti por mano del local Pablo. Protestaba el jugador, que decía que había tocado con el pecho, pero el colegiado no dudaba y Charles, con la derecha, engañaba al meta local con su disparo y colocaba el 1-1 en el marcador.

El gol dio alas a los de Luisito, que en el 62 disponían de una buena ocasión para adelantarse en un disparo de Eneko Zabaleta que se iba alto por poco.

Había salido mejor el Pontevedra tras el descanso y presionaba en busca de la portería de un Sporting B que sufría ahora el acoso de su rival. Y así, en el 65, era el meta sportinguista el que se lucía al sacar in extremis un remate de cabeza de Charles en el segundo palo que se colaba.

El Pontevedra tenía el balón y trataba de adelantarse en el electrónico ante un Sporting B que había acusado el golpe tras el gol y tardó algunos minutos en volver a entrar en el partido, pero el dominio siguió siendo granate.

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