El Teucro sigue sin levantar cabeza, a pesar de que en las últimas dos jornadas parecía que había mejorado su juego tras conseguir sendas victorias. Ayer, en su visita a la cancha del San Pablo Burgos otra derrota dolorosa por 36-27 pone de manifiesto que el conjunto que dirige Irene Vilaboa tiene mucho que mejorar.

Si bien en el primer tiempo el equipo respondió y logró ponerse por delante en el marcador en varias fases del partido, lo cierto es que conforme avanzaban los minutos el conjunto teucrista se iba desmoronando, como si le faltaran las fuerzas.

Al descanso se llegó con un 20-16, lo que demostraba que la defensa del equipo pontevedrés no lo estaba haciendo bien.

El segundo tiempo fue un despropósito, con un equipo rendido que nada pudo hacer ante un rival que jugó con la tranquilidad de saberse ganador.