El Pontevedra CF volvió ayer a la actividad pública para dar los primeros trazos sobre lo que será la plantilla de la próxima temporada. Una campaña bien distinta, ya que el club se ha despedido casi de la mitad de su plantilla. Pero la marcha más dura para la afición es sin duda la del capitán, Edu Sousa. El guardameta deja una huella imborrable en la historia granate tras ocho temporadas y casi 40.000 minutos bajo la portería, siendo uno de los jugadores del club que más tiempo acumula sobre el césped.

Sousa admitió en un comunicado lo difícil que es despedirse del club: "Cierro una etapa, de las mejores de mi vida en la que tuve la suerte de rodearme de gente que me ha permitido crecer deportiva y humanamente, por ello solo puedo estar agradecido".

"Me quedo con lo especial que ha sido todo lo que he vivido en estos 8 años que he pasado en el Pontevedra y en la ciudad. Hay un huevo muy grande en mi corazón que ya solo será granate", sentencia. Por último el capitán quiso agradecer su confianza al equipo técnico, presidenta y equipo directivo, así como a jugadores y afición y deja la promesa de volver al club.

Aunque en los últimos días el jugador finalizó su contrato por dos temporadas el pasado 30 de junio. Este era ampliable a una campaña más, pero el fin precipitado de la competición no han hecho posible que esto se diera. Desde entonces ambas partes han iniciado las conversaciones para una renovación que no ha llegado a buen puerto. Con esto y tras la marcha de Brian Jaén el Pontevedra se queda con la portería vacía. Una falta difícil de cubrir no solo por la meta, sino por la huella que deja Sousa como líder del equipo.

La de Sousa no es, ni mucho menos la única marcha. El club anunció ayer también la salida de Álex Fernández, Campillo, Berrocal, Pedro Vázquez, José García, Sana y Nacho López. Estas salidas se suman a las de Brian Jaén, Jaouad y Rivera, y a un no mencionado Javi López.