El Gobierno ha decidido que todos los partidos de cualquier deporte, profesional o amateur, se jueguen a puerta cerrada por el repunte de los nuevos casos del coronavirus en el país. La medida afectará, por tanto, a los dos derbis que se disputarán este fin de semana en Pontevedra: el Pontevedra-Celta B, de Segunda División B, y el Cisne Colegio Los Sauces-Teucro Condes de Albarei, de la División de Honor Plata de balonmano.

Así lo acaba de confirmar el presidente del Cisne, Santiago Picallo, que lamentó que esta situación se haya producido en este momento de la temporada, cuando iban a disputar el partido que más ingresos extra aporta al club. "Hemos tenido mala suerte, pero menos mal que no se ha suspendido la liga, porque ya tenemos los billetes de avión comprados para el partido del miércoles en Madrid", apuntó el dirigente, pues el equipo recuperará el encuentro aplazado contra el Alcobendas el próximo día 18.

El Cisne tenía planeado instaurar el Día de la Base para este sábado, por lo que cada socio iba a pagar un pequeño suplemento y, a cambio, recibiría una entrada para el siguiente partido en casa, contra el Palma del Río. El club había cambiado el escenario del encuentro al pabellón Municipal por este motivo, pero todo apunta a que también se jugará a puerta cerrada.

Esto supone un varapalo importante para la entidad cisneísta a nivel económico, pues cabe recordar que los clubes pontevedreses están sufriendo también los retrasos con el cobro de algunas subvenciones públicas, como las del Concello.

En cuanto al Pontevedra-Celta B, también se disputará a puerta cerrada. La entidad que preside Lupe Murillo sufrirá también las consecuencias económicas de esta medida, ya que la visita del filial celeste solía significar una interesante afluencia de público, tanto de la capital como de Vigo.