El último fichaje del Pontevedra, Adrián Cruz, dio esta mañana sus primeros toques de balón con la camiseta granate en el estadio de Pasarón. El centrocampista, que ha firmado por lo que queda de temporada y una más, tiene previsto entrenar mañana junto a sus compañeros, pues ayer no lo pudo hacer al someterse a una revisión médica después de tres semanas sin poder jugar con su anterior equipo, el Guijuelo, por una tendinitis en los isquiotibiales. Aunque en las pruebas todo salió correcto, el futbolista admite que se irá incorporando poco a poco al ritmo del grupo; no se descarta para el partido del domingo contra el Atlético Baleares, pero es consciente de que será difícil que esté al cien por cien.

El jugador moañés, formado en la cantera del Pontevedra, del que salió hace ocho años y medio, aseguró estar "contentísimo" por su regreso a casa. "Es lo que esperaba desde hace años y una vez que estoy aquí ya estoy contentísimo", afirmó. En los últimos veranos la entidad granate se interesó por su situación, pero las negociaciones no llegaron a fructificar como ahora: "Es cierto que hubo contactos, pero por unas cosas o por otras no se hizo. Siempre tuve interés de volver a casa, pero no se dio. Ahora también está Pouso de entrenador, que es un tío que me conoce y entiendo perfectamente su filosofía, y después el club se ha interesado mucho y creo que ahora mismo se están haciendo las cosas muy bien y tenía ganas de volver porque sabía que si pasaban más años ya no se podría hacer", explicó.

Una curiosidad de la carrera deportiva de Adrián Cruz es que no se ha asentado en ningún equipo, saltando de un club a otro cada temporada, algo que explica con que "la mayoría de las veces fue por intentar progresar y cambiar para buscar otros objetivos e intentar crecer. Al final, por unas cosas o por otras, siempre fui saltando. Pocos equipos recuerdo, salvo Osasuna, que no me quisieran renovar. El tema económico también influye. Ahora perdí dinero para venir aquí, pero en este momento no era lo prioritario para mí". En este sentido, el centrocampista asegura que volver al Pontevedra es "un salto muy importante para mí" y reconoce que "tengo una espina clavada de cuando me marché, que fue el año del descenso".

El futbolista estuvo el domingo en Pasarón viendo el partido contra el Ibiza y le gustó lo que vio, "creo que fue el equipo que requería la situación", y apreció un buen ambiente en la grada: "Esta afición siempre fue bastante exigente, en el buen sentido. Es una afición que quiere ganar y que necesita resultados. La gente que estaba animó bastante y cuando el equipo apretó, la grada también. Estamos en un momento de la temporada en el que es importante tirar para arriba para que la gente se enganche también".

En este sentido, Adrián Cruz afirmó que "creo que hay un grupo cojonudo para pelear por esa cuarta plaza. Va a ser complicado, porque somos muchos los equipos que estamos ahí, pero por condiciones grupales y en cuanto a club y equipo, pienso que tenemos opciones serias de lograrlo".