El Arxil arranca mañana la competición en la Liga Femenina 2 con una plantilla joven, con menos centímetros, pero con ambición y potencial para pelear, un año más, por la permanencia en la categoría. Después de un verano con muchos cambios, como las salidas de dos jugadoras clave como Arantxa Mallou y Gala Mestres, así como las de las extranjeras Chantelle Pressley y Cassandra Oursler, y las llegadas de Natalia López, Heather Fooster y Linnea Rosendal, el club apostará, incluso más que en los últimos años, por las jugadoras de la casa.

Carla Fernández, María Lago, Cristina Díaz-Pache, Aldara Vázquez, Adriana Aparicio, Noa Casalderrey y Marga Moreira, además de las jugadoras del filial, conforman un grupo amplio y joven, pero cargado de ilusión por mejorar los números de la temporada pasada.

"El objetivo siempre es lograr la permanencia lo antes posible y después lo que venga. Es cierto que el año pasado tuvimos una primera vuelta muy mala y este año la idea es, yendo partido a partido, intentar conseguir alguna victoria antes para motivarnos y estimular a la gente", apunta la entrenadora, Mayte Méndez.

La preparadora arxilista avisa de que "va a ser una temporada difícil, los madrileños creo que van a condicionar mucho nuestro grupo. Tenemos que ser muy conscientes de nuestros objetivos. Hay equipos como el Ferrol, que sale con una plantilla estratosférica y cuyo objetivo es ascender sí o sí; el nuestro es competir y poder sacar lo mejor de cada una en cada partido". En este sentido, Méndez considera que el nivel de la Liga Femenina 2 es alto: "Hay plantillas muy completas, veremos también cómo se han ajustado algunos equipos según su presupuesto? Va a ser difícil, como todos los años, pero yo creo que tenemos un equipo en el que vamos a echar de menos algunos centímetros, pero los vamos a suplir con esfuerzo y defensa".

La entrenadora del Arxil está satisfecha con los fichajes, "encajaron muy bien, el equipo está muy cómodo a nivel de grupo", aunque reconoció que "quizá nos falta un poquito de acoplamiento y en algún caso algo de trabajo físico, pero se aproximan bastante a lo que buscábamos en ellas, aunque su rendimiento todavía no es el más óptimo. Tenemos que darles un poco más de margen porque no es fácil para ellas llegar a una ciudad nueva, un club nuevo, compañeras nuevas y no se les puede pedir que se adapten en tres semanas. Vamos con paciencia y seguro que responderán a buen nivel.