Bromea cuando dice que no es histórico, sino prehistórico, porque lo cierto es que Manuel Cruces es uno de los pioneros del triatlón en Pontevedra. A finales de los 80 este doctor, que durante 30 años fue el jefe de Dermatología del CHOP, fundó el club Panoramix, apostando por un deporte que pocos conocían y menos aún practicaban. Así, posiblemente sin saberlo, se convirtió en un referente para las futuras generaciones de triatletas no solo de Pontevedra, sino de toda Galicia y de España.
De referente pasó a inspiración cuando hace 15 años logró superar un accidente que pudo haberle costado muy caro no solo en su carrera deportiva, sino en su vida. Sufrió un atropello cuando pedaleaba hacia el Lago de Castiñeiras a consecuencia del cual se rompió la pelvis y estuvo parado desde 2004 hasta 2007. "Creí que no iba a poder volver a correr, fue muy duro", reconoce. Sin embargo, con constancia, espíritu competitivo y, sobre todo, positividad y buen humor superó este contratiempo para regresar al triatlón, en el que no ha dejado de acumular éxitos; el más importante de todos ellos, estar en la línea de salida.
Ahora, con 75 años, Manuel Cruces va casi a medalla por competición porque en su grupo de edad cada vez participan menos deportistas. En su extenso palmarés destacan el subcampeonato del Mundo de triatlón de larga distancia que logró en 2012 en Vitoria, el subcampeonato mundial en acuatlón en Budapest 2010, la medalla de bronce del Campeonato de Europa de triatlón de media distancia que se colgó en Palma de Mallorca en 2014, el bronce en el Europeo de Triatlón Olímpico logrado en Madeira en 1999 y el campeonato de España de acuatlón de 2015, además de otros campeonatos de España en los que se impuso en diferentes modalidades.
Ahora llega al Mundial de Pontevedra con la ilusión de competir en casa, aunque con ciertas reservas por las condiciones meteorológicas, que le han impedido entrenar con normalidad en el río ("quise ir a nadar y no pude porque el agua estaba helada. La ITU tiene unas normas y a 11 grados no se puede nadar", explicaba hace unos días con preocupación por si se repetía esta situación durante el campeonato). Lamenta que una prueba de estas dimensiones, "porque un Campeonato del Mundo se hace aquí una vez en la vida", se haya organizado en unas fechas "arriesgadas". A esto hay que sumar la dificultad del circuito ciclista: "Además de durísimo, lo metieron por unos sitios muy peligrosos, con unas curvas muy complicadas. Cambiaron el circuito tres días antes, y me alegro, porque podía haber problemas", explicó Cruces, que lamentó que "de 55 años para arriba, como somos pocos, ya no nos tienen en cuenta para hacer los circuitos, no piensan en nosotros".
Acuatlón y larga distancia
Manuel Cruces competirá hoy en Acuatlón: 1.000 metros de natación y 5 kilómetros de carrera. Se medirá a alrededor de una docena de rivales de su edad de todo el mundo, entre los que destaca a los australianos y a los norteamericanos. El sábado espera estar en la línea de salida de la prueba reina de este Multisport: el triatlón de larga distancia o, lo que es lo mismo, 3 kilómetros de natación, 113 kilómetros de bicicleta y 30 kilómetros de carrera a pie. Cruces estará en el grupo de los mayores. "Somos cuatro, aunque uno creo que no viene", comenta con humor. El sábado tendrá otro matiz especial para él porque su pareja, Mila Chub, competirá en acquabike.
"El único objetivo que tengo es acabar y dentro de los límites de hora que ponen. Si acabo, hago podio, porque somos muy pocos", explica, aunque es realista por lo extremo de la prueba. "Vamos a ver si soy capaz de terminar, primero porque es muy duro y después porque el tiempo de corte que han puesto es para chavales de 50 o 60 años, no para nosotros", comenta el doctor, al tiempo que recalca otro de los objetivos: no tener accidentes en el circuito. "Vamos a procurar no pegárnosla en ninguna de las curvas esas, y que no tropiece ningún chaval contigo, porque van como locos y es un circuito de ida y vuelta muy peligroso".
Está claro que para Manuel Cruces la edad no es más que un número y, como le gusta decir, es de los que más años tiene entre los triatletas europeos, pero no el más viejo. Así, ya está pensando en la próxima aventura tras estos Mundiales: el Ironman de Vitoria, el 14 de junio, para el que ya está inscrito.
Y es que, tal y como recalca cada vez que se le pregunta por objetivos, "lo más importante para mí, la única meta, es estar en la línea de salida".
