Lo que el balón parado te da, el balón parado te quita. Después de muchos partidos en los que el Pontevedra se aprovechó de las jugadas de estrategia para sumar puntos, en el encuentro de ayer contra el Internacional de Madrid ocurrió todo lo contrario, pues fueron precisamente estas jugadas las que determinaron un empate final que sabe a poco a los granates, que encajaron el 2-2 en el minuto 89, después de haber remontado un 0-1 en contra y tras disputar toda la segunda parte con un hombre menos por la expulsión de Álex González nada más salir de vestuarios.

Edu Sousa no tuvo su mejor tarde bajo palos, al fallar en los dos tantos visitantes, además de mostrarse menos seguro que en anteriores ocasiones. Quizá se debió a una primera parte un tanto gris del Pontevedra, al que le costó superar el entramado defensivo de su rival y no le benefició nada el ritmo lento con el que transcurrieron los primeros 45 minutos.

El primero en avisar fue el Inter de Madrid, en una llegada en los primeros segundos de partido que pilló descolocada a la defensa local, pero que solventó Edu. Respondió cinco minutos después el Pontevedra con una buena combinación por banda derecha que acabó con centro raso de Nacho López que no llegó a empujar nadie en el área pequeña.

El dominio inicial del conjunto granate duró poco. El Inter, muy bien colocado tácticamente sobre el césped, empezó a crecer y, así, en el 28 Tamayo ponía a prueba los reflejos de Edu. La réplica granate fue una bonita jugada que comenzó con centro de Álex González desde la izquierda que Pibe, en la banda contraria, tocó para Romay, que cedió atrás de cabeza y Borja Domínguez, cayéndose, remató fuera.

Entonces llegó el tanto visitante. En un lanzamiento de córner desde la derecha, Herrera puso un gran centro al área pequeña, Edu dudó en la salida y Fran Morante cabeceó a gol.

La suerte del Pontevedra es que logró empatar solo tres minutos después en una jugada extraña: Álex González centró desde la izquierda y remató Romay de primeras, el defensa Fran Morante se fue al suelo para taponar y paró la pelota con la mano, pero el árbitro no consideró que fuera penalti; el propio Romay aprovechó el desconcierto y las protestas para rematar a gol.

Los últimos diez minutos de la primera parte fueron de mucha intensidad, pero poco peligro por parte de ambas escuadras, bastante imprecisas en las zonas decisivas del campo.

Nada más salir de vestuarios, Álex González vio la segunda amarilla en una acción un tanto rigurosa, lo que obligaba al Pontevedra a afrontar prácticamente toda la segunda parte en inferioridad numérica. Lo notó en los primeros compases, en los que el Internacional probó suerte con varios disparos, alguno de ellos peligroso, como el de Herrero con rosca que salió rozando el palo, o el de Tamayo que obligó a Edu a realizar una buena intervención.

Superada la hora de partido, éste se volvió loco, con los granates muy imprecisos cuando intentaban salir rápido a la contra y con el conjunto madrileño muy cómodo, pero sin llegar a hilvanar jugadas de verdadero peligro.

Lo volvió a intentar Tamayo desde lejos, con un disparo que Edu atrapó en dos tiempos. Después el que probaba suerte era Rafa Mella, finalizando una jugada con un buen remate que se fue alto.

Cuando mejor estaba el Inter llegó el 2-1. Fue tras un córner lanzado por Borja Domínguez que peinó Berrocal en el primer palo y en el segundo cabeceó Pazos al poste. Tras varios rechaces, Álvaro Bustos remató con potencia a gol.

Con un jugador menos, los granates empezaron a acusar el esfuerzo extra ante un rival que no dejó de intentarlo hasta el final. Así, a punto de cumplirse el tiempo reglamentario, Rafa Mella empataba el partido aprovechando un desajuste defensivo y un nuevo error de Edu. El portero despejó corto y a la frontal un saque de falta desde la izquierda y Mella, con un toque sutil, coló la pelota en la meta local mientras Edu protestaba una posible falta en ataque.

La reacción y el esfuerzo extra del Pontevedra en la segunda parte no recibieron recompensa. A pesar de este empate, los granates siguen enganchados en la parte alta de la tabla, en la séptima posición y a tres puntos del play off.