Lo que comenzó como un proyecto social se ha convertido en un vivero de talento y uno de los grandes focos del deporte pontevedrés. Hace 20 años, Emilio Álvarez fundaba, junto a otras personas, el Tenis de mesa Monte Porreiro, con el objetivo de sacar de la calle a muchos chavales en un barrio que siempre ha estado ligado, en cierta medida, a la conflictividad.

Lo que no esperaba Emilio es que apenas dos décadas después, el club que nació como una iniciativa ociosa alcanzase la máxima categoría nacional del tenis de mesa.Y lo hiciese de la mano de Nando, su hijo y actual entrenador del primer equipo.

El pasado fin de semana, el Tenis de mesa Monte Porreiro venció en Príncipe Felipe al Mataró y logró por primera vez un puesto por derecho propio en la Superdivisión, la máxima categoría del deporte de la pala y la pelota a nivel nacional.

"Es un sueño. Hemos ido creciendo poco a poco. Estar en División de Honor ya es un logro y hemos jugado muchos partidos decisivos para no bajar. Eso nos ha dado experiencia para afrontar esta fase de ascenso con tranquilidad", explica Nando, que destaca que la aportación de Nicolás Galvano y Horacio Cifuentes ha sido fundamental. Ambos argentinos, entrenan en un centro de alto rendimiento de Oporto. Pero la vinculación pasada de Galvano con el club le hizo volver este año y traerse consigo a Cifuentes.

Con ambos y con Nacho Fernández, jugador de "la casa" y representante del buen estado de salud de una cantera que no para de crecer (acumula 60 deportistas y tuvo que cerrar el cupo este año), el Monte Porreiro fue ganando partidos hasta lograr ser primero de su grupo y acabar ascendiendo en la fase.

"Yo estaba nervioso por jugar en casa. Pero el tener a tanta gente apoyándote, al final te da un plus", reconoce Fernández, que sabe que debe seguir "trabajando" para adaptarse a la máxima categoría. Junto a él estarán también Nico y Horacio, que continuarán en el club pese a las ofertas. Les pesa en la decisión el "ambiente familiar" del equipo. Ahora, la "familia" ya está en lo más alto.