El Teucro confirmó ayer lo que ya era un secreto a voces, que Quique Domínguez no seguirá como técnico del primer equipo la próxima temporada. El entrenador pontevedrés rechazó hace aproximadamente un mes la oferta de renovación que le hizo llegar la entidad y, aunque fue tajante al asegurar que "ni hace un mes ni ahora tengo un compromiso con nadie", parece que su futuro próximo pasa por Pamplona, donde previsiblemente entrenará al Anaitasuna el próximo ejercicio.

Aunque la decisión de no continuar en el Teucro ya la conocían desde hacía un mes, se esperó a que el equipo estuviera matemáticamente salvado para hacerla pública. "Entendemos perfectamente los motivos que tiene para no aceptar la oferta" , admitió el vicepresidente, José Ameijeiras, que también dijo que "la llegada de Quique dio un cambio a este club. Esta es tu casa. Las puertas quedan abiertas".

En una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por toda la primera plantilla, el cuerpo técnico y varios directivos de la entidad, entre ellos el presidente, Carlos García-Alén, Quique Domínguez se mostró visiblemente emocionado al recordar que el Teucro es el club en el que creció como deportista. "Fui jugador de este club durante 15 temporadas, desde los 14 hasta los 29 años, pasé por cadetes, juveniles y por el equipo sénior; después me marché al Octavio, allí estuve 16 años, cuatro como jugador y 12 como entrenador. Después tuve la llamada del Teucro para venir a entrenar, las conversaciones fueron cortas, la decisión fue rápida y la ilusión era muy grande. Una vez me vi de vuelta en mi casa, me invadió una fuerza, una energía y unas ganas de hacer cosas, de hacerlo bien y de hacer mejorar al Teucro que hacía mucho tiempo que no sentía", afirmó el técnico.

Cuando se dirigió a su plantilla no pudo contener las lágrimas. A sus jugadores les agradeció su entrega, su dedicación y su profesionalidad. "Solo os puedo aplaudir, agradecer, valorar y decir lo bien que lo habéis hecho los que estabais al principio, los que os habéis ido incorporando, vuestra implicación ha sido increíble. No hay nada más gratificante para un entrenador ver que sus jugadores le siguen, nada es comparable a eso, y aquí se ha dado los cuatro años", dijo muy emocionado Quique, que añadió que en un año lleno de dificultades "no estuvimos ni una jornada en puestos de descenso" y que sus jugadores "no han hecho otra cosa que luchar".

Pendientes de cobrar

Quique confesó que su intención era continuar en el banquillo, pero explicó que finalmente "no se dan las condiciones para que yo siga siendo entrenador del Teucro".

Entre las muchas motivaciones que han llevado al técnico a tomar esta difícil decisión, están los retrasos con los pagos de las nóminas de algunos de los jugadores no ha ayudado en este tramo final. El club confirmó ayer esta situación, que se ha hecho habitual entre los meses de enero y abril en las últimas temporadas debido a los retrasos en los cobros de las subvenciones públicas, algo vital para que el Teucro mantenga su equilibrio económico.

Así, la entidad que preside Carlos García-Alén espera cobrar en las próximas semanas unas cantidades con las que abonaría lo que se le adeuda a algunos jugadores de la primera plantilla, que son alrededor de tres mensualidades. Fuentes del club comentan que se hace aproximadamente un mes hubo una reunión con los capitanes para explicarles la situación y que transmitieran calma al equipo, pues en las últimas temporadas siempre ha cumplido con sus compromisos a final de año.

Según pudo saber FARO, antes del partido contra el Frigoríficos del Morrazo se ingresó a la plantilla media mensualidad correspondiente al mes de enero. Quedan pendientes, por tanto, la otra mitad de enero, febrero, marzo y abril.