El debut soñado para un jugador de fútbol es ese en el que exprime los minutos al máximo y acaba celebrando un gol. El miércoles Rivera tuvo uno de esos momentos deportivos que no olvidará fácilmente, quince minutos en los que su salida al campo le dio al primer equipo una victoria que quedará grabada en su currículo como el día en el que dio el salto al primer equipo del Pontevedra aun estando en edad juvenil.

La cantera granate ya habla a gritos reclamando un sitio en el primer equipo. Habla con goles, como los de Rivera y Lezcano, pero también con partidos muy serios durante los 90 minutos como los de Pacheco, Josiño o Jesús Barbeito y en citas anteriores también los firmados por Iñaki o Juan.

La historia de Rivera con su debut goleador es curiosa. El atacante, que llegó esta temporada al Pontevedra procedente del juvenil B del Deportivo de la Coruña, ni siquiera iba a formar parte del partido al no estar incluido en la convocatoria. A última hora David Añón le comunicó a Luismi que no se encontraba en condiciones de disputar el choque por enfermedad y el técnico granate no dudó en echar mano de uno de los delanteros que ya había entrenado en el juvenil de División de Honor con más de una decena de dianas anotadas esta campaña. El final de la historia ya es conocido, un chut de precisión rozando el fin del tiempo añadido y ventaja granate en la semifinal de la Copa Federación, esa competición en la que Luismi está premiando a la base ante la imposibilidad de hacerlo en liga por lo dramático de la situación clasificatoria.

Para encontrar al último canterano del club capaz de anotar en su estreno con la camiseta de la primera plantilla hay que irse a la temporada 2007-2008, hace diez años. Entonces Óscar Guimeráns debutaba en la primera eliminatoria de la Copa el Rey bajo las órdenes de Xavi Gracia. Con 1-3 en el marcador el técnico navarro dio la oportunidad de saltar al campo a Guimeráns y este agradeció la oportunidad con dos buenas dianas en Madrid ante el RSD Alcalá.

Guimeráns, ya retirado por motivos de salud, recuerda perfectamente estos tantos y todo el revuelo mediático que causaran en la ciudad los días siguientes. "Fueron dos goles muy parecidos, de volea. Al acabar el partido recibí un montón de mensajes y me entrevistaron en la radio. Fue el debut soñado", recuerda. Nadie mejor que él, por canterano granate y por entrenar precisamente la temporada pasada al equipo juvenil que ascendió a División de Honor, para defender el peso de la cantera en el Pontevedra. "Hay muchos canteranos en el Pontevedra que, a día de hoy, metan goles o no los metan, están capacitados de sobra para tener la oportunidad", sostiene.

Con los debuts de Rivera y de Fernando ante el Saguntino, actualmente han debutado ya con los mayores diez futbolistas del filial o el juvenil A. Guimeráns conoce muy bien lo que hay en el club y no tiene dudas; "hay seis o siete jugadores que pueden jugar en el primer equipo de sobra. Incluso este año. Pero para hacer eso el entrenador que los ponga debe ser alguien atrevido, con personalidad, que no le tiemble el pulso y que tenga la capacidad de poder hacerlo. Jugadores hay para dar el nivel de sobra", sentencia.

Fernando Lezcano

Otro de los futbolistas que fueron el miércoles protagonistas del encuentro ante el Saguntino fue Lezcano. El delantero siempre muestra su mejor versión en estos partidos de Copa en los que dispone de minutos pero en liga la presencia de tres delanteros en la primera plantilla le cierra las puertas. Guimeráns fue entrenador de Lezcano la temporada pasada y de él sostiene que "en mi opinión personal, no debería estar en el filial. Tiene ficha en el primer equipo y entrena con ellos aunque después juegue con el filial. Creo que esto más que valerle, le contamina. Yo lo hubiese hecho de otra manera, quizás con una cesión, pero el club optó por esto y ellos son los que deciden. Lezcano debe ser fuerte psicológicamente y a partir de ahí esperar su oportunidad".