Un errático Teucro en la primera parte penalizó sus propios errores en un partido en el que la defensa de Cuenca, el guardameta visitante Maciel y la aciaga noche de los extremos azules se conjuntaron para poner más difíciles las cosas a los de casa. La fe teucrista y un enchufado Pabellón Municipal, empujaron lo necesario para remontar un partido que parecía perdido y los de Quique Domínguez firmaron unas valiosas tablas ante el equipo revelación de la temporada.

El Ciudad Encantada puso las cosas complicadas desde el comienzo. Con un defensa 6-0 muy contundente, los teucristas apenas conseguían encontrar agujeros para hacer daño en ataque y el partido se volvió a dejar ver como han venido siendo las últimas citas ligueras en el Municipal, mucho trabajo en defensa y la mutación en el juego pontevedrés que parece ya consolidada después de un inició de liga arrollador en cuanto a cifra de goles.

Mientras el ataque teucristas se topaba con la defensa visitante, el Cuenca tenía en e lateral Dutra su principal herramienta en ataque, con tres goles en los primeros diez minutos que hicieron que los conquenses llevasen el dominio en la primera parte.

Mención aparte merece el trabajo bajo palos del meta visitante Maciel, capaz de anular completamente a los extremos pontevedreses. Ni Carlos García, ni Edu Moledo, ni Iván Fernández, ni Ángel Iglesias consiguieron batir al cancerbero en los primeros 30 minutos a pesar de haberlo intentado hasta siete veces entre todos ellos, una de ellas incluso desde los 7 metros.

Con un parcial de 0-3 del Cuenca (6-9) los conquenses consiguieron estirar el chicle para poner una ventaja máxima en el electrónico hasta el momento con la que se fueron más o menos cómodos al descanso.

Mejor puntería

La segunda parte arrancó de forma similar a lo que había sido el partido hasta entonces. Pero poco a poco el Teucro fue corrigiendo la puntería en el tiro y el primer gol de un extremo lo consiguió Ángel Iglesias para hacer el empate (12-12).

Con Santana también haciendo un buen trabajo bajo palos, los visitantes encontraron en un momento de exclusión local la oportunidad d dejar el partido bien encarrilado abriendo una brecha de cuatro goles poco más de diez minutos para el final (15-19). Pero erraron en la ocasión para sentenciar y acabaron pagando caro ese error.

Tirando de la casta que les caracteriza, los de Quique Domínguez tuvieron más fe que nadie para, con un parcial de 6-1 darle la vuelta al marcador y ponerse delante en el partido por primera vez desde el 1-0 inicial. Balázquez (7 goles ayer), Borja Méndez y Edu Moledo y una defensa imperial en los momentos importantes, tienen mucha culpa en esta remontada. Fueron momentos en los que el público jugó también el partido y apretó más que nunca para dar un plus al Teucro.

Con empate a 21 y a falta de menos de un minuto, Quique decidió pedir tiempo muerto, pero el Teucro jugó mal su posesión acuciado por la amenaza de pasivo. Finalmente fue la defensa teucrista la que resolvió la papeleta de los últimos segundos para dejar el intenso choque en un importante empate con el que seguir puntuando. El juego concluyó con un desesperado contragolpe local a falta de 5 segundos en los que los azules reclamaron la expulsión de Vainstein por un golpe en la cara a Edu Moledo.