El Celta afronta el tercer partido en el plazo de seis días con la necesidad de sumar un triunfo que le aleje de las últimas posiciones de la clasificación. El equipo de Juan Carlos Unzué viene de tropezar en casa con el Getafe (1-1), tras realizar una pésima actuación en Cornellà-El Prat (2-1). Pero la competición no concede tiempo para analizar ni para pensar en el mal arranque de competición de los célticos, que hoy visitan a un Eibar (Ipurúa, 18.30 horas, Bein LaLiga) que sufrió un serio revés anímico en el Camp Nou, encajando la derrota más abultada (6-1) en su corta historia en Primera División. John Guidetti es la principal novedad entre los convocados del Celta. Se quedan fuera Radoja, por lesión, además de Iván Villar y Andrew Hjulsager, por decisión técnica. El canterano Brais Méndez, que debutó en Primera con 20 años ante el Getafe, repite en la lista de elegidos.

El intenso calendario de LaLiga en la última semana obliga a repartir esfuerzos entre la plantilla, por lo que Unzué realizará cambios en un once en constante mutación. No ha encontrado el técnico navarro un equipo tipo para ir asentando su proyecto futbolístico en Vigo, donde la afición ya ha mostrado los primeros enfados por los riesgos defensivos que asume el Celta en el inicio de las jugadas y el bajo rendimiento de muchos de sus sus jugadores con el nuevo sistema.

En Ipurúa esperan a un rival que el curso pasado sufrió su primera derrota en Eibar, donde el juego intenso y de presión alta que proponen los de Mendilibar causan más problemas a los célticos que las reducidas dimensiones del campo. Así lo admitió ayer Unzué, que podría preparar alguna variación táctica para sorprender a los armeros. El curso pasado, Berizzo situó a Mallo en el medio centro, con resultados adversos para su equipo. El preparador navarro, en cambio, no parece muy proclive a variar su habitual 4-3-3.

Gustavo Cabral, Daniel Wass y Stanislav Lobotka, suplentes el jueves, cuentan con muchas opciones de regresar a la titularidad, al igual que Facundo Roncaglia, que solamente apareció ante el Betis. El zaguero argentino podría jugar por el centro o entrar en una de las dos bandas para que Mallo o Jonny puedan reponer fuerzas.

En ese caso, Cabral y Sergi Gómez se perfilan como pareja de centrales, con lo que Fontás se quedaría en el banquillo.

El Tucu Hernández se ha ganado la plaza de pivote, al menos durante la ausencia de Radoja, y en esta ocasión estará escoltado seguramente por Wass y por Lobotka. Con Emre Mor todavía en periodo de adaptación, Aspas, Maxi Gómez y Pione Sisto cuentan con muchas posibilidades de repetir en la línea de ataque. Tampoco se descarta que Unzué refuerce el centro del campo con Brais Méndez y juegue con dos puntas. Guidetti, que acaba de recibir el alta, será suplente.

El Eibar sabe cómo jugarle al Celta, con el que suma tres triunfos en las seis ocasiones que ambos se han enfrentado en la máxima categoría. Además, al equipo vigués le cuesta ganar a domicilio en los últimos tiempos, pues suma cinco derrotas seguidas, su peor racha desde enero de 2015. En esta nueva visita a Ipurúa, los célticos no se reencontrarán con el centrocampista gallego Fran Rico, autor del triunfo en el duelo del año pasado, ni con su exguardameta Yoel Rodríguez. Ambos están lesionados. Sí entró en la convocatoria otro jugador con pasado celeste, el delantero Charles Dias.

Gálvez y Oliveira volverán a ser la pareja de centrales. Está por ver si José Luis Mendilibar opta por mantener a Arbilla de lateral y a Capa de extremo derecho, el ala más debilitada de los armeros ante las bajas de Pedro León y de Iván Alejo, aunque podría volver a confiar en Rubén Peña para ese puesto, como ya ocurrió en los dos primeros partidos de la competición.

El japonés Takashi Inui volverá a intentar desbordar por la izquierda, mientras que se presume la vuelta a la titularidad de Kike García para formar la dupla de ataque con Sergi Enrich, que se estrenó como goleador esta temporada el martes en el Camp Nou. El Eibar, además de jugar en su campo y ante su afición, ha disfrutado de dos días más de descanso que el Celta para preparar un partido en el que ambos se juegan tres puntos muy valiosos para su futuro inmediato.