El Cisne volvió a escribir con letras de oro su nombre en el balonmano nacional tras conseguir ayer un histórico ascenso a División de Honor Plata al derrotar en la última jornada de la fase al Eldense, por un apretado 27-25. Tras las dos primeras jornadas todo hacía presagiar que los pontevedreses no tendrían problemas para hacerse con el triunfo ante un rival que se presentaba como la cenicienta del grupo. El pitido final dio paso a una gran fiesta en la pista y en las gradas para celebrar una gesta que no se producía desde hacía 33 años. El Cisne sube a la categoría que acaba de abandonar el Teucro con su paso a Asobal.

El partido comenzaba con la premisa de que al Cisne le bastaba con empatar para ser campeón, mientras que el Eldense necesitaba superar a los locales por una diferencia de quince goles, ya que el Carabanchel había superado en el partido anterior al Moguer, por 21-18, que podría ser el beneficiado en caso de que los locales no ganasen.

Todo hacía indicar que el Cisne no tendría problemas para vencer tras su trayectoria en la fase en la que se mostró superior a los que a priori tendrían que ser sus rivales directos, Moguer y Carabanchel. Parecía que el guión estaba escrito con antelación y que los de Edín Covelo pasarían el rodillo ante los de Elda. Pero los alicantinos estuvieron a un gran nivel durante los primeros veinticinco minutos en los que resultado era de 11-8 a favor del Cisne. Sin embargo, en los últimos cinco los locales pusieron una marcha más y todo hacía indicar que el choque estaba acabado al llegar al descanso con ventaja de ocho goles (17-9).

Daba la impresión de que la suerte estaba echada y que el Cisne superaría sin problemas al Eldense, pero a los de Edín Covelo les entró la pájara y poco a poco vieron como el rival iba recortando diferencias en el marcador para situarse a falta de cinco minutos a un solo tanto. El técnico pidió dos tiempos muertos, pero no era capaz de encontrar la fórmula, por lo que los instantes finales fueron muy emocionantes.

Primero es Chan quien corta un balón que podría significar el empate para los visitantes, pero sin duda la jugada decisiva la protagonizó Toño Lafuente con una gran parada que evitó que se colocase el rival por encima. Más tarde, Javier Vázquez y Chan sentenciaron con dos tantos ante los gritos de la afición de "campeones" "campeones" y los abrazos de toda la plantilla. Con este triunfo, el Cisne vuelve a la categoría de plata 33 años después y con la intención de quedarse por mucho tiempo.

Santi Picallo

El presidente pasó un mal trago en la segunda parte, al ver menguar su ventaja con el paso de los minutos, aunque señala que "tenía mucha fe en la plantilla. Es un equipo muy joven y puede ser que la presión le pasase factura, pero no hay que olvidar que han sido los mejores durante los tres días, porque los dos primeros partidos han sido para guardar en un vídeo durante muchos años".

Recuerda Picallo que "en el siete inicial, solo Toño y Pablo Vidal tenían cierta veteranía, el resto son jugadores con mucho futuro y que han demostrado su calidad".