Solvencia en casa. El Teucro ha convertido su rendimiento como local en la gasolina que necesita para impulsarse hacia el play off. Su victoria ante el Pozoblanco refrenda la buena imagen que ha adquirido con el paso de las jornadas, ya que los puntos llegaron tras un partido que alternó momento de pasmoso dominio con otros en los que hubo que ser hábil y esforzarse al máximo para evitar una remontada en la que los andaluces llegaron a creer.

El conjunto se encontró con una sorprendente comodidad en los minutos iniciales y se situó pronto con ventaja en el marcador. Todo a pesar de bajas como las de Rial y Siscu, que llegaban con dudas al encuentro y pese a estar convocados no participaron. Pero el equipo ejerció un claro dominio durante todo el primer tiempo gracias a una defensa que echó por tierra los intentos de acercamiento visitante.

A lo largo de esta primera media hora y con un acierto anotador muy repartido entre los integrantes azules, el marcador mostraba distancias que alcanzaban los seis goles. El Pozoblanco, pese a pisar Pontevedra como equipo que está inmediatamente por detrás del Teucro en la tabla, ejercía menos presión de la esperada.

El letargo en el que parecían sumidos los cordobeses empezó a difuminarse a medida que el encuentro se acercaba al descanso (14-10) y desapareció por completo tras la reanudación.

Poco a poco el conjunto dirigido por Miguel Moriana empezó a tensar el encuentro. Le costó adaptarse a la pista, pero cuando lo hizo metió miedo a los pontevedreses. En el minuto 12 del segundo tiempo, el electrónico registraban un 19-17 que hacía presagiar un competido último tramo de enfrentamiento. Luego hubo varias fases del juego en el que se mantuvieron estas mínimas distancias.

Los visitantes optaron por una defensa más adelantada y les surtía efecto. Además, sabían aprovechar mejor las proliferación de exclusiones que sufrieron ambos equipos cuando la cita se aceleró de modo.

Sin embargo, cuando todo indicaba que el rival llevaría su lucha por el triunfo hasta el final, la claridad de ideas de la que hicieron gala Toño Fernández y Alejandro Pombo en momentos claves volvió a poner al Teucro de nuevo por delante. Estas jugadas individuales, junto con la seguridad de Juan Bar en la portería, les sacaron del entuerto en el que se habían metido. El capitán se exhibió completamente recuperado de sus molestias con una puntería que le dejó a solo un gol de lograr la decena.

El corto banquillo visitante empezó a mostrar síntomas de agotamiento físico y falta de ideas. Ni siquiera ayudas arbitrales como la que dieron como gol un disparo de Julián Portero que se estrelló contra el larguero hicieron posible la remontada del Pozoblanco.