Jacobo se erigió ayer en la figura del encuentro disputado entre el Pontevedra y el Narón en el Estadio de Pasarón al conseguir en treinta y tres minutos cuatro goles. El centrocampista de Bueu se bastó por si solo para desquiciar a los jugadores coruñeses y de esta forma colaborar para que su equipo lograse la primera "manita" de la temporada.

Con este triunfo los granates se colocan quintos en la clasificación, a un punto del Deportivo B, que es cuarto, y a dos del Compostela, que es tercero. No obstante, el Pontevedra afronta ahora dos salidas complicadas, a Somozas y a Vigo, para visitar al Celta B, rivales directos en la lucha por los cuatro primeros puestos que dan derecho a jugar la fase de ascenso.

Nada más salir al terreno ya se pudo comprobar que el equipo local no estaba por la labor de facilitarle las cosas al rival, puesto que salió presionando por todo el campo y jugando en profundidad. El primero en probar fortuna fue precisamente Jacobo, que recogió un rechace fuera del área y disparó muy ajustado al palo. Un minuto y medio después no falló al recoger un rechace en el borde del área grande y sin dejar caer el esférico en el suelo y con mucho efecto lo envió al fondo de la red.

El de Bueu se mostraba incansable y muy activo, y minutos más tarde volvió a poner a prueba a Marcos Souto, aunque en esta ocasión atajó el balón sin problemas.

Los granates dominaban de forma muy clara y llegaban con suma facilidad al área coruñesa. En menos de un minuto tuvieron tres ocasiones claras que no supieron resolver Santi Domínguez y Richi. Éste se adelantó al último defensa, encaró al meta y en su intento de superarlo de vaselina el balón salió desviado. Aún así, logró recuperarlo pero acabó tan escorado que no logró controlar su remate.

Con los locales volcados, el Narón se dedicó a defenderse como podía, por lo que no eran capaces de pasar del medio del campo. El segundo tanto llegó tras sacar el meta de portería. Tubo rechazó de cabeza hacia Jacobo, que llega desde atrás. Su disparo ajustado al palo hace inútil la salida del portero.

La única ocasión del Narón llegó tras un despiste defensivo que permite a Carballeira presentarse solo ante Lloves, pero éste ataja el balón sin problemas.

El Pontevedra tenía el partido enderezado, solo le faltaba sentenciarlo, algo que no logró en partidos anteriores. Pero ayer Jacobo estaba en estado de gracia y tumbó definitivamente al Narón con otros dos goles en dos minutos. En el 31, David Pérez le cede un balón y vuelve a acertar desde fuera del área. Cuando todavía la afición estaba festejando el tanto en las gradas llegó el cuarto. En esta ocasión se aprovechó de un robo de balón de Santi Domínguez para mandar el esférico al fondo de la portería defendida por Marcos Souto, que nada pudo hacer para evitar la goleada.

La segunda mitad sobró, aunque en los primeros minutos el conjunto visitante trató de reaccionar y realizó algunas escaramuzas que no pusieron en peligro la meta local, tan solo un balón que se paseó por delante de la portería sin que nadie llegase a tocar el balón. Por su parte, el Pontevedra seguía dominando y teniendo numerosas ocasiones de gol, sobre todo por medio de Richi, que no tuvo su día, a pesar de que trabajó incansablemente en la punta del ataque. Una de las más claras fue tras un centro de David Pérez desde la izquierda que remata de cabeza, pero el meta acierta a despejar. Los granates dejaron de presionar y permitieron al Narón llegar en dos ocasiones. Una la despejó Lloves con los pies y el siguiente remate lo hizo un defensa. A falta de tres minutos, Stefan solo tiene que empujar el balón a gol tras el pase de la muerte de Pacheco, que reaparecía tras su lesión.