El Aceites Abril cae con honores ante el Astillero

El Voleyourense se midió a su perseguidor en O Pompeo, el Astillero, en una seria disputa por el liderato de la categoría nacional que se resolvió a favor de las cántabras, tras un continuo intercambio de golpes en ambos campos y llegando al set de desempate. Pese a ello, las ourensanas, siguen a la cabeza, pero con solo tres puntos de ventaja.

La cita cumplió las expectativas de una pugna entre los dos gallos de la categoría, no faltó ni ambición, ni intensidad ni ritmo y, así, comenzaban mejor las locales, con mayor regularidad sobre la red, tanto en defensa como ataque abriendo una renta insalvable para las visitantes, hasta que dieron entrada a Erica y lograron contener el electrónico en un 25-22. Ajustado como prometía.

El Astillero salió mejor en el segundo set y se imponían con aplastante claridad con un 13-25, dejando dañadas a las pupilas de Pablo Pérez, que tampoco tuvieron la mejor de las suertes en la tercera manga, que se llevó el Astillero y a punto estuvo de sentenciar con una gran dirección de juego, 16-25.

Pero, del mal trago a la redención, porque en el cuarto set las anfitrionas volvieron a hacerse con el pulso del partido y con contundentes ataques de dominaban el bloqueo cántabro, impotentes para frenar a las locales, o eso parecía; porque en los mejores minutos de las de casa, que no querían rendirse, apremió el Astillero para remontar ocho puntos por debajo poniendo un peligroso 23-24 que no diagnosticaba nada bueno. Pero el Voleyourense quería más. Apoyadas en una afición que había llenado las gradas, aprovecharon un fallo al saque del rival para llegar al set de desempate, 26-24.

Las ourensanas mandaban con un 8-5 esperanzador, pero de nuevo el Astillero remaba y remontaba, 12-12 en el marcador y emoción en la bancada que llevaba en volandas a las suyas frente a unas visitantes que se crecían bajo presión y resultó. El Astillero tuvo un bloqueo que dio el punto definitivo, 13-15 en el parcial y un 2-3 que quita oxígeno a las anfitrionas, pero deja buenas sensaciones y el sueño de la fase de ascenso intacto.