Ciclismo - Vuelta a Galicia

“O Gran Camiño” tendrá seguridad ourensana

El teniente Javier Barja, del Subsector de Tráfico de Ourense, será jefe de la unidad

El teniente Javier Barja, del Subsector de Tráfico de Ourense, con la subjefa de la DGT, Andrea Conde. |  // I.O.

El teniente Javier Barja, del Subsector de Tráfico de Ourense, con la subjefa de la DGT, Andrea Conde. | // I.O. / l.g.

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“Esto es pequeñito, pero es como una mini Vuelta a España. En esa vuelta se monta una unidad de Guardia Civil de 130 efectivos, en esta somos 45 de los que 35 son motos”. Así habla el Teniente Javier Barja Álvarez, del Subsector de Tráfico de Ourense, de la Unidad de Movilidad y Seguridad Vial de “O Gran Camiño”, de la que este año será jefe por primera vez.

El teniente ha participado en dos unidades en la Vuelta a España y conoce bien el funcionamiento de estos procesos, en el de nivel estatal hay 21 etapas, más los descansos, más jornadas de concentración previas y jornadas posteriores, “así que es una unidad mucho más grande y jornadas laborales que pasan de las 12 horas”, justo las que durarán las cuatro jornadas de “O Gran Camiño”, la Vuelta Ciclista a Galicia que se desarrolla del 23 al 26 de febrero.

Las cuatro etapas unirán Lugo y Sarria en la primera, Tui y A Guarda en el segundo día, Esgos y Rubiá en la etapa reina, la ourensana, y para finalizar tendrán el contrarreloj individual desde Milladoiro al Obradoiro de Santiago de Compostela. En todas esas partes estarán presente la unidad que “le da toda la seguridad dinámica a la prueba, una unidad permanente que hace la prueba desde que inicia hasta que finaliza”, la Unidad de Movilidad y Seguridad Vial.

Esta es la primera vez del teniente del Subsector de Tráfico de Ourense al frente porque se trata de la segunda edición de la prueba, que el año pasado mandó el capitán Soldán, Jefe de Tráfico de A Coruña. Barja reconoce que su gusto por el ciclismo fue uno de los motivos para presentarse como voluntario, pero también que “no ves gran cosa desde dentro. Yo estuve los dos años en la Vuelta a España y durante la carrera poco ciclista te encuentras porque estás pendiente de tus cometidos, así que de los resultados me enteraba después, ya en el hotel por la tele o por la prensa”.

Esos cometidos de los que habla el jefe de la unidad empiezan desde el día 22, el día anterior, con “una reunión en la que se ultiman los preparativos de material, las revisiones técnicas de todos los vehículos que participan y en la que se pone una pegatina con un número a cada uno, que es obligatorio conservar durante toda la vuelta”. Además se hace una reunión técnica en la que el jefe se presenta delante de los motoristas para “dar una explicación técnica de los objetivos y una explicación técnica de las cuatro etapas, explicando principales peligros aunque eso es algo que después se hace cada día”.

La Unidad

Las etapas se dividen por escalones dentro de la unidad, un primer grupo, el de seguridad interna, compuesto por “seis o siete motoristas”, se encarga de ir por delante de la carrera comprobando y señalizando todos los peligros, tales como “giros complicados, bordillos o atrancos, cualquier cosa que pueda complicar la experiencia”. A continuación es el turno de los primeros motoristas, con banderas amarillas, que se encargan de cortar todo el tráfico que va contra la carrera.

El relevo es para los motoristas con bandera rojas que se desplazan por delante de los ciclistas tan solo cinco minutos “o incluso menos porque son los encargados de dar la protección a los participantes, la que el grupo de seguridad interna o las banderas amarillas no fue capaz de solventar, como por ejemplo una ambulancia que tiene que salir de repente o alguien que sale de un garaje que cuando pasaron los otros equipos estaba cerrado. Por eso es tan importante la protección inmediata, se encarga de solucionar estos eventos”, relata el teniente.

Y entonces llega el turno del abre carreras, “el motorista con el primer ciclista y el único que lleva encendidos los prioritarios”, a partir de ahí marcha todo el pelotón, aunque Barja explica que, si se rompe, hay otra serie de abre carreras para configurarlo. Finalmente, por detrás, otro conjunto de motoristas “los reserva de pelotón para cualquier incidencia” y, tras ellos, el motorista con la bandera verde para confirmar que la circulación está abierta y que los vehículos que pararon los banderas amarilla pueden regresar a la vía.

De toda esa coordinación se encarga el Teniente Javier Barja que expone que, aunque es mucho trabajo, no acaba ahí, porque al terminar la etapa toca desplazarse hasta el hotel en la ciudad del día siguiente; en el caso de la primera jornada, que termina en Sarria, se trasladan hasta Vigo “y ahí un pequeño briefing de cómo salió la etapa, si hay dudas se consultan, cenar, a cama y a empezar el siguiente día a las siete de la mañana”, resume.

Comarca de Valdeorras

Para el turno ourensano hay que esperar hasta la tercera jornada, cuando se celebra la etapa reina. Una etapa que Barja fue a ver ayer mismo y traslada que “estaba increíble porque estaba nevando, que es una de las cosas que, haciendo esta prueba a finales de febrero igual podemos encontrar, nieve, y casi seguro hielo. Va a ser la etapa decisiva”, asegura el teniente.

No le cabe duda de que “la etapa de Sarria es una etapa rápida, la de Pontevedra, con mucha circulación, pero con buenas carreteras y la de Ourense es la que aporta unos caminos difíciles, no solo por estrechos sino porque las carreteras tienen un asfalto antiguo, muy rugoso, muy parecido a la mezcla de asalto y tierra y eso, unido a la pendiente en algunos casos de un 20%, aportará cosas muy complicadas”.