La afición que ocupó en la tarde de ayer las gradas del Anxo Carro, en Lugo, pudo disfrutar de un emocionante derbi gallego en el que los rivales, el anfitrión, el Polvorín, y el visitante, el Ourense CF, demostraron ser viejos conocidos con grandes aspiraciones, lo que llevó a un justo reparto de puntos.

A los locales era a los que más les apremiaba sumar, así los indica su clasificación, peleando por salir de los puestos de descenso, y así también su determinación ayer sobre el césped en el que se adelantaron a los de Rubén Domínguez. En la primera llegada con peligro ya sacaron rédito, Marqueta no pudo hacer frente a un disparo de Iago Novo que hacía temer perder la racha de victorias ourensana.

Era el minuto 7 y aún quedaba todo por delante, por lo que el encuentro se igualó, hasta que volvió a tomar la iniciativa el equipo de Trashorras que, cuando mejor estaba, asediando el área visitante, encajó la igualada.

Marqueta acababa de sacar los guantes para evitar el segundo, despejó a córner, y el rechace del mismo lo aprovecharon los ourensanos para montar la contra y poner el empate por medio de Rubén Sánchez.

Hasta el descanso no fueron pocas las ocasiones claras de unos y otros, pero al regreso encontraban menos los espacios. El momento de peligro lo salvó Marqueta, un penalti favorable a los lucenses en el minuto 50 pudo marcar la diferencia, pero el meta no falló y hubo reparto de puntos.