El Carmelitas ha hecho su segundo desplazamiento a Avilés en menos de un mes, en esta segunda vez para enfrentarse al equipo más en forma de la ciudad y uno de los más fuertes de la categoría, el ADBA Avilés, recién descendido de LF2.

Las avilesinas, que contaban los partidos por victorias en casa a partir de la derrota de la primera jornada, esperaban a las ourensanas con ganas de seguir en racha y la tensión hizo mella. Las imprecisiones brillaban en ambos equipos y se imponían las defensas en ambos lados de la pista. El segundo cuarto seguía la misma tónica, las visitantes se iban al descanso a cuatro por abajo.

Tras la reanudación nada cambió, muy pocas rentas para ambos conjuntos hasta que en el minuto final apareció un prodigioso acierto ourensano para dar la sentencia, 50-53.