“Sumamos un punto que tiene más valor que el punto en sí pero no estamos satisfechos porque íbamos a por los tres, que sabemos que es lo que tenemos que hacer, y no lo conseguimos a pesar de que demostramos desde el principio que era nuestra intención”, así valora Fernando Currás el partido disputado en Cantarrana.

Un encuentro con presión ya que el Viveiro ha sentenciado en todos los partidos en casa y porque el margen de error de la Unión Deportiva Ourense es inexistente para las cuatro jornadas que quedan, si quiere evitar el descenso. Está a tres puntos de la salvación, puesto que ocupa el CD Barco empatado con el Ribadumia a 39 puntos.

“Fue un partido difícil en el que sabíamos la exigencia del rival y sobre todo la exigencia de ese rival en su propio campo donde llevaban una gran racha, pero lo que vi en el campo fue que el fútbol nos ha dado vida y nos ha dado la razón, que nos hemos centrado en aspectos tácticos y creo que llevamos a cabo nuestro plan, tuvimos ocasiones claras y la sensación de cierto dominio en el partido”, reflexiona Currás.

Así Currás indica que la expulsión, rigurosa, de Champi, a dos minutos de acabar el primer tiempo, hizo que el equipo se tuviese que plantear cómo jugar los 50 minutos en desventaja numérica. “Funcionó la decisión, dejamos a los dos puntas, jugamos agresivos y sabiendo que tendríamos que sobreponernos a una nueva adversidad y dio resultado”, censura.

A la expulsión se le añadió, además, otro varapalo, con la reanudación del juego fueron los locales los que abrieron el marcador. “Los errores siempre condenan y más en este momento de la temporada, nos vimos con un hombre menos, un gol encajado, un pie en la Preferente… y fue el momento en el que el equipo demostró fuerza mental. Fue una reacción brutal, esfuerzo, corazón y alma. Nos llevamos un punto pero hubiesen podido ser tres, la sensación es de que seguimos vivos y vamos a pelear hasta el final y para ello ya pensamos en este sábado que tenemos nueva cita importante”, asevera el míster.

El encuentro es ante el CSD Arzúa, el tercero en la clasificación, una nueva final para los rojillos.