El domingo 8 de marzo, Viti fue pieza activa en la victoria de la UD Ourense en Santiago. Un total de ochenta minutos estuvo sobre el césped de San Lázaro, hasta que Germán entró en su lugar. Lo que iba a venir a continuación era tan desconocido como nada bueno, el fútbol se iba a acabar durante unos cuantos meses y el ourensano iba a estar afectado de Coronavirus, como sus padres, José y Amanda, su hermano Darío y la novia de éste, Jessica. Los tres (Darío, cuatro años mayor, bombero, vive en Maceda junto a Jessica, panadera) pasaron la enfermedad juntos en un piso de Celanova (al estar infectados no era necesario el aislamiento), vivienda en la que extremaron la limpieza. Solamente se libró Roco, el perro de los Nieves López, "un toro, el que nos salvó de estar amargados en casa", subraya el futbolista rojillo.

"La situación ha sido muy complicada, mis padres y yo pasamos el Covid al principio de la epidemia. Mi madre era la persona con mayor riesgo, pero sin embargo el que peor estuvo fue mi padre, semana y media ingresado en el hospital con una neumonía. Lo hemos pasado mal, gracias a Dios ahora sólo es un recuerdo, pero el susto fue muy grande, al hecho de haber cogido la enfermedad se unió que no pudiéramos visitarle (a su padre)", relata ahora con alivio Viti.

"Quién sabe dónde pudimos coger el virus, es algo a lo que le di muchas vueltas los primeros días, es algo que te viene constantemente a la cabeza. Hasta que te das cuenta que con ello no generas ninguna solución y poco a poco intentas salir adelante", detalla.

Si alguien le dice que le iba a pasar esto lo interna quién sabe donde, ¿no? "Fue como una película, no te lo terminas de creer. Lo hablo con la familia, con amigos, esto que ha pasado va a quedar en la historia, dentro de unos años los niños lo estudiarán en el colegio. Doy gracias a Dios por no haber sufrido ninguna pérdida".

Porque durante los primeros días estábamos hablando de una cifra de fallecidos cercana al millar día tras día... "Una barbaridad, eran días además de mucha información, de demasiada. Mi padre enfermó el 29 de marzo, estuvimos afectados hasta el 20 de abril... Pasas momentos muy complicados, sobre todo a nivel psicológico. Vuelvo a lo de antes, no quieres pensar en ello pero piensas, no lo puedes evitar. Y dices, ¿lo habremos cogido en el súper? Porque era dónde íbamos, un día mi madre, otro mi padre y otro yo. Es hablar por hablar, lo importante es que lo hemos superado, con eso me quedo".

Dicen que a muchos recuperados les han quedado secuelas... "Sobre todo psicológicas, a mi padre de hecho le cuesta dormir. El compañero de habitación mientras estuvo ingresado terminó muriendo, así que... Hemos pasado mucho miedo. No me importa que salga esto, no tenemos ningún tipo de vergüenza".

"De todo esta digamos experiencia saco el hecho de haber pasado mucho tiempo con la familia, haber hecho cosas que sé que les gustan. Enfrente de casa teníamos una finca, a mi padre siempre le ha gustado plantar cosas, patatas, tomates, pimientos... Al estar los tres contagiados no era necesario que nos aisláramos unos de otros, lo que sí tener el piso muy limpio y aireado", finaliza Viti, de nuevo centrado en poder volver a golpear un balón.