Mal día escogió la UD Ourense para dejar de ganar en el campo de O Couto, el domingo en el que podría haber superado al Fabril, atosigar al Barco y haber dejado atrás al Choco, además de mantener las distancias con el Arosa. Nada de eso se dio, la igualada ante el penúltimo acaba con el embrujo de los ourensanos ante su gente, atónitos ante el golazo de Charles con el que empató por segunda vez el Pontellas. El empate les hace caer a los rojillos hasta el séptimo puesto, superados por el sorprendente Arzúa. Redondela, próxima estación para un equipo al que le cuesta Dios y ayuda puntuar a domicilio.

La séptima victoria consecutiva como local era el premio y a la vez el objetivo. Y a ello se pusieron rápidamente los ourensanos, que antes del 1-0 ya obligaron a intervenir al guardameta visitante, bien colocado para detener el lanzamiento de Champi. Acto seguido fue Marquitos el que rondó el gol.

Llegó, en el minuto 21, cuando Toni sacó como pudo el pelotazo de Arce y Carlos, atento, aprovechó el rechace. Tuvo el segundo Marquitos, pero cruzó demasiado la pelota, que se perdió cerca del poste.

Superada la media hora empezó a manejar el partido el Pontellas, que igualó en el 38 por medio de Nando, que no desaprovechó el balón que le cedió Charles.

Nada más salir del descanso volvió a golpear la UD Ourense. Un defensa, Josu, estuvo listo para mandar dentro una triangulación entre Champi, Isi y Rubén Durán.

Mucha pólvora en el campo con la entrada de Iago Blanco y Dani Pedrosa no se tradujo en goles, aunque el coruñés, huérfano de ellos desde el año pasado, lo buscó con varios remates. No llegaba la sentencia y Viti, contención, entró por un atacante, Marquitos. En el otro banquillo, Curiel metió madera a falta de un cuarto de hora, Serxio y Yago. Acertó, Charles marcó con un caño de por medio y lo celebró dando volteretas, premio que poco alivia al Pontellas pero que a la vez daña a la UD Ourense, que en casa solamente ganaba y ganaba.