Gonzalo Iglesias saborea la que ha sido una temporada sobresaliente. Lo saborea desde una pista de fútbol sala, anoche se enfrentaba junto a los amigos de Rubén Tizón a las amigas de Bea Seijas.

- Ahora ya se puede hacer balance...

- Pues que hemos estado muy por encima de las expectativas, hemos quedado primeros en lo que llamo la liga de los mortales, hemos llegado a la final de la Copa Galicia y a las semifinales de la Copa de la Reina. Han sido diez meses y una semana de temporada, mucho tiempo. Pero tampoco debemos perder la cabeza, hemos quedado terceros, sí, pero tres cuatro puntos menos y habríamos sido séptimos u octavos. Tenemos la Copa de Burela todavía muy presente, allí se comprobó que nos sigue faltando algo para competir con ellas o con el Atlético Navalcarnero.

¿Y qué es lo que falta?

- Muchas cosas, experiencia, una plantilla más larga... Burela tiene trece jugadoras que viven de este deporte, es junto al Poio el único equipo profesional de la competición. Nosotros competimos con una plantilla muy joven que el próximo año tendrá uno más de experiencia, esperemos que las dos incorporaciones que ya hemos hecho nos aporten el gol que nos ha faltado. Ésta igual hemos echado de menos alguna rotación más, se fue Maite, no cubrimos su baja y se nos hizo un poco cuesta arriba. Porque esta temporada ha sido casi perfecta en el sentido que apenas hemos tenido lesiones.

- ¿Es consciente que ha puesto el listón muy alto?

- Eso me hace gracia, cuando quedaban tres minutos del último partido de liga, el que jugamos aquí contra el Majadahonda, alguien me dijo que era mejor no ganarlo y acabar quintos, que así no nos apretarían tanto la temporada que viene. Recuerdo que le dije que nos iban a apretar lo mismo siendo tercero que quinto. Pero está bien, vamos a dar un paso, ser más ambiciosos, pasar de la permanencia sin agobios a un objetivo realista como puede ser estar entre los ocho primeros.

- ¿Esperaba una temporada así cuando se hizo cargo del equipo?

- No, lo hablaba con Isidro (Grela, segundo entrenador). Salvo Maite, el resto de incorporaciones eran gente joven e inexperta. Luego estaba el calendario, alguien me dijo que podíamos ir con cero puntos después de la quinta jornada. Teníamos un calendario difícil, Alcorcón, Universidad de Alicante y Leganés fuera, en casa Ucam Murcia y Atlético Navalcarnero. Sin embargo, hicimos nueve puntos sobre 15, no perdimos. Ahí empezó a fraguarse esta gran temporada.

- Hacerlo bien revaloriza, llegan llamadas... ¿Es su caso?

- Las recibí en un momento de la temporada, desde Francia. No le puse mucho interés porque considero que estoy en el club adecuado para mí.

- De no estar en el Envialia Ourense, ¿dónde le gustaría trabajar?

- En cualquier banquillo de Primera con Diego Ríos, con el que ya estuve en Lugo. Él ahora está en el Levante. He dicho algunas veces que soy un culo inquieto.

- Me refería a equipos femeninos...

- Me quedó la espinita de no entrenar en la Primera francesa, ascendí pero no llegué a jugarla. Bélgica o Hungría también serían destinos interesantes. El problema para emprender estas aventuras es que la liga española es la mejor del mundo, aunque ahora que lo dice no estaría mal Florencia, estuve tres o cuatro días y me quedé con ganas de volver. Pero en su momento, mi sitio ahora está aquí.

- Este año han llevado el nombre de Ourense en solitario, el que viene deberán compartirlo...

- Yo creo que siempre se nos ha identificado con aquel CD Ourense que ganó varios títulos y en el que estuvieron grandes jugadoras, siempre fue un referente a nivel nacional. Años después, desde una visión más modesta, el Envialia siguió esa línea. Ahora llega el Cidade de As Burgas y lo que quiere decir es que esta ciudad resopla fútbol sala femenino, algo de lo que al final todos salimos beneficiados. Pero yo creo que nosotros siempre hemos sido un club que ha marcado tendencia.