- ¿Qué se encontró al llegar a la cantera de la UD Ourense?

- Me encontré con una escuela que está empezando. Cuatro años para una cantera es poco tiempo de existencia y, donde más hincapié estamos haciendo, es en los entrenadores, en que tenemos que ser un grupo de trabajo y no que cada uno sea una isla en su equipo. Era una idea que teníamos todos en la cabeza y es donde tenemos ese margen de mejora.

- ¿Cuál es la mayor virtud que tiene la base que coordina?

- Las personas que hay como Diego Soto, Fernando Currás o Ramón Dacosta. Se ha conseguido que haya un sentido de pertenencia que no se ve en cualquier sitio.

- El entrenador del primer equipo se hace muy visible en Miraflores. ¿Cómo se lo toman?

- Sinceramente es distinto, porque ver a Fernando con los prebenjamines es algo que nunca pensé que vería. No es presión, porque lo hace todos los días, es uno más y muchos entrenadores aprovechan para comentar cosas con él y desahogar. No veo un entrenamiento de nuestra base sin que no ande Fernando por el campo.

- ¿En qué necesitan mejorar?

- En muchas cosas. Primero en instalaciones, pero, en lo que dependa de nosotros, en lo que estamos ahora es en generar una metodología de trabajo en la que todos estén a gusto y en la que se prioriza de verdad al jugador. Empezamos hace solo cuatro semanas porque cuando llegas a un sitio siempre hay muchas cosas que hacer, y no solo de fútbol. Estamos tocando métodos de enseñanza y trabajando muy duro en aspectos técnicos individuales, en el uno contra uno, en situaciones de igualdad. Queremos potenciar las fortalezas que tienen los niños y minimizar sus debilidades para intentar guiarlos y que año a año mejoren.

- El juvenil A está en ascenso y el sábado se juega el liderato con el Ourense CF. ¿Cómo les ve?

- Al ser ese filial del primer equipo, es el que tiene más repercusión, más incluso de la que me gustaría, porque al fin y al cabo son juveniles y les queda mucho por aprender y por dar ese paso de verdad como lo dieron Presas, Isma y compañía. Se ha juntado un grupo de chicos con mucho talento y no sé si ascenderá o lo que pasará, pero sinceramente veo calidad para que algunos lleguen al primer equipo, ojalá sean los más posibles. El juvenil B nació este año en Provincial, por el ascenso del otro a Liga Gallega. Son de primer año, están peleando por estar en la fase de los ocho primeros y compitiendo bien.

- ¿Los cadetes?

- Fue donde más número de niños tuvimos este año, fruto de esos convenios con otros clubes para satisfacer la demanda que teníamos. El A está clasificado para la siguiente fase y se verá si tiene potencial para pelear por el ascenso a Gallega, que no es el objetivo principal, aunque no se puede ocultar que cuanta mayor es la categoría en la que juegas, más exigencia tiene la formación de los jugadores. A ver si consiguen el ascenso y, si no, a seguir trabajando, pero me gustaría verlos ahí hasta el final. El B es de primer año, un grupo muy amplio. Esperemos que sigan casi todos el año que viene y cojan el A.

- ¿Los infantiles?

- Más o menos pasa lo mismo que con los cadetes. El A está en la siguiente fase, con opciones de subir, Es un grupo más mixto, con jugadores de primer y segundo año, y las sensaciones son muy buenas en cuanto al compromiso de jugadores y entrenadores. Se ve en los entrenamientos y en la competición. Y los del B son de primer año, están en Segunda de líderes, pero es algo anecdótico. Lo importante es que sean el A del año siguiente.

- ¿El fútbol 8?

- No me sé ni las clasificaciones. Sí sé si ganan o pierden por el grupo de Whatspp, pero no me preocupa. Sí me preocupa lo que ves durante la semana y que, cuando llegue el partido, se vea el progreso. Ganar o perder no es el objetivo, sino ver que hay trabajo en la semana, que cada día son mejores y que el partido sea una fiesta. Que sea un día en el que se quieran comer el campo y no un examen.

- ¿ La "Escoliña" da esperanza?

- Estamos metidos de lleno en ella y muy contentos. Me hace gracia la ilusión que tienen y me da rabia que no se mantenga más en el tiempo, lo que me hace preguntarme qué haremos mal. Con cuatro y cinco años te vienen a abrazar, te comen a besos y llegan a cadetes y no les ves esa pasión o directamente lo dejan. Emilio y yo somos los encargados, tenemos 26 niños en dos grupos y lo pasamos genial. Va todo a base de juegos deportivos, no solo de fútbol, y acabas cansado, pero es lo más divertido de la semana.

- ¿Qué nota le da a los padres?

- Estamos muy contentos con ellos porque llevar el niño a Miraflores con el frío que hace, sin una grada tapada, es para valorar. El comportamiento es ejemplar en cada categoría y en cada equipo. Son muy contados los que te crean un problema. Lo que sale en la tele ensucia a los que llevan a su niños con un amor increíble.