La cláusula de Iago Aspas es la única línea roja del Celta a la hora de negociar la venta de sus principales activos futbolísticos. Tal como recientemente aseguró el presidente, Carlos Mouriño, la estrella celeste solo saldrá este verano si algún equipo hace efectiva íntegramente los 40 millones de euros estipulados en la cláusula liberatoria de su contrato.

En el resto de los casos, el club está abierto a escuchar ofertas, siempre bajo la premisa de que no necesita vender. Con esta postura de fuerza, el club está abierto a entablar negociaciones por cualquiera de sus futbolistas importantes, que solo abandonarán el equipo si llega una oferta de gran calado.. La única excepción a esta regla podría ser el punta canterano Borja Iglesias, que cuenta con el visto bueno del presidente de no entorpecer su venta en recompensa a su inequívoco compromiso con el club estos años.