El proyecto de ciudad deportiva el Celta en Mos ha sufrido un importante varapalo que pone en peligro la construcción de su área comercial. La junta directiva de la Comunidad de Montes de Tameiga, donde el club planeaba construir la segunda fase de la obra, ha rechazado de forma "unánime" la propuesta que les ha transmitido la entidad que preside Carlos Mouriño por considerar que alteraría "la tranquilidad en la vida de los vecinos".

El rechazo de los comuneros se refiere tanto a la oferta de permuta de terrenos que el club les ha presentado, pues afirman que no existe monte suficiente en la proporción de ocho a uno (ocho metros para la comunidad por cada uno que se ceda al Celta) exigida, consideran que el Celta no ha despajado sus dudas sobre la problemática del abastecimiento de aguas que plantea el proyecto y concluyen que el área comercial tendría un efecto negativo en la vida de los vecinos. "La decisión es definitiva", ha señalado el presidente de la entidad comunal, Antonio Cajide.

La asamblea de los comuneros se reunió el pasado domingo para analizar la propuesta del Celta después de haber mantenido varios encuentros con los responsables del club para abordar este asunto. En estas reuniones previas los dueños del terreno habían expresado al club sus dudas sobre la problemática de abastecimiento de agua a la población y al centro comercial que el Celta proyecta construir.

Los comuneros consideran que el informe que el club les ha presentado, lejos de despejar sus inquietudes, se trata de "una mera redacción sobre las aguas y depósitos" y un "informe de la localización geográfica de las captaciones de agua" que no les convence.

En la reunión del pasado domingo la junta directiva expuso a los comuneros el informe presentado por el Celta que, tras varias intervenciones, fue rechazado por unanimidad. Los comuneros de Tameiga expresaron en un comunicado difundido ayer su "firme oposición" al proyecto y anuncian su "firme voluntad de luchar por los intereses de los propietarios de los terrenos, siempre bajo la tutela activa de la asamblea n la toma de decisiones".

El rechazo de los comuneros en la propuesta celeste supone un inesperado golpe para el ambicioso proyecto de ciudad deportiva planeado por el Celta, cuya primera fase, consistente en la construcción de dos campos de entrenamiento (para el primera equipo y el filial), así como las dependencias que albergarán las oficinas de los profesionales de las categorías inferiores del club va a iniciarse dentro de un mes. En este caso, el acuerdo con la Comunidad de Montes de Pereiras está cerrado.