El Oviedo Baloncesto se adjudicó ayer la Copa Princesa al vencer al Burgos por 80-77. El conjunto carbayón arrancó con garra su partido más importante en Pumarín, una ventaja de 10 puntos que mantuvo en los dos primeros cuartos. El Burgos reflexionó en el vestuario y empezó a hacer las cosas bien. Como todos los grandes encuentros, la final se resolvió en los últimos minutos. El Burgos tomó por primera vez la delantera con un 66-67, pero Fabio Santana marcó con triples el camino a la victoria.