- ¿Cuánto queda del central que se fue de O Couto en 2013?

- Son ya años de fútbol y distintas experiencias. Estos años en el Grixoa, Ribadumia y Bergantiños en Tercera me dieron para vivir distintas situaciones, exigencias y objetivos y para comprobar que se ve el fútbol muy distinto cuando un equipo está exigido a ganar a cuando no tiene presión. Cambia bastante cómo se afrontan las semanas. Este año vamos a tener un público que nos va a exigir, pero al mismo tiempo la sensación de meter gente en un campo motiva. En el Bergantiños no creo que se pasara de 200 personas en los partidos y no es lo mismo que tener a 600 gritándote el oído. Tienes tres esprints más. Me hice entrenador de niños, saqué el título, y parece que sabes de fútbol, pero siempre aprendes algo. Ojalá supiera con 20 años lo que sé ahora. En cuanto al físico, no soy lo rápido que era con 20, está claro, porque pierdes unas cosas y ganas otras.

- ¿Espera un papel principal?

- La idea es aportar, comunicar en el campo e intentar sumar desde todos los aspectos, sobre todo confianza. Me siento un poco veterano, por qué no, y si puedo ayudar a los jóvenes y favorecer al grupo, lo haré asumiendo el rol que me toque. Viendo los buenos futbolistas que hay, si me toca jugar 45 partidos los jugaré y si me tocan 10, también sé estar en el banquillo y no montaré ningún espectáculo. Estoy para sumar desde lo que me toque.