El ascenso de la Unión Deportiva Ourense sale de cuentas en dos semanas. Con seis puntos más, se plantará en Primera Autonómica. Desde que cogió el bastón de mando, la lectura de sus victorias se realiza en clave de cuenta atrás. Lo tiene prácticamente hecho, pero no se distrae. Y menos en campos como el de Coles que no tienen defensa posible. Atacar es la única dirección porque se agrandan las vías de acceso a las áreas. El gol tira los precios y los unionistas siempre tienen apetito.
Venían marcando muchos más en las segundas partes desde enero, como consecuencia de esa estrategia de maduración del oponente, pero ayer se invirtió la tendencia. Cayeron cuatro en los 45 minutos iniciales. Desde la imborrable primera temporada de la UD Ourense, la conexión entre Julio Salgado y Xaco siempre ofrece garantías. Marcaron y surtieron. Cristian abrió el marcador tras una asociación de sus aliados arriba en la banda de derecha de un campo que parece que nunca se acaba.
Con tanto terreno fértil bajo sus pies, Roberto Dacosta lució pase. En el último de la primera parte le dio toda la ventaja a Cristian ante el portero para hacer el cuarto. La UD Ourense casi cuadriplica el número de goles de su rival, que definirá mal, pero no cojea en la llegada. Abraham tuvo dos en una. La primera se la sacó Samuel, al que minutos antes le habían reclamado penalti en una arrolladora salida, y el cabezazo de la réplica se le fue inexplicablemente fuera.
En el 41, el portero unionista volvió a demostrar su impermeabilidad cuando le encaran. Le ganó de nuevo el mano a mano a Abraham, pero esta vez el rechace lo pescó Añel para darle ese impulso anímico al Coles que la UD Ourense cortaría de raíz. A los diez minutos de la reanudación caería el quinto, en otra definición de altura de Cristian en la izquierda, tras recibir un pase de Omar, que también mojó, desde el balcón del área. Se jugaba solo en medio campo, pero ni así se bloqueaban los orificios de entrada.
Fran, Diego Soto, Adrián y Sergio dieron refresco, aunque el defensa solo pudo aguantar 25 minutos por un problema muscular. Senén también se había caído a última hora de la convocatoria para no correr riesgos con un tobillo. Héctor tomó el relevo en la portería y le paró cara a cara el remate a Cerviño tras una galopada de Abraham, que tendría otra más con la defensa visitante desguarnecida. Se quedó sin oxígeno en el área. Cerviño se tomó la revancha con el gol de la tarde, un disparo de 20 metros que lamió por dentro el larguero. Una lesión le impidió celebrarlo. El poste le fastidió la reaparición a Adrián y Cristian cerró a la contra.
