La mesa coloquio promovida por la directiva del Club Ourense Baloncesto también puso sobre la mesa la situación financiera del club. Antonio Gavilanes explicó que los días 27, 28 y 29 del mes de mayo, en plenas finales por el ascenso a la liga ACB, el club recibió la visita de una auditora, enviada expresamente por la ACB, para elaborar los primeros informes sobre el estado de las cuentas del club. El 3 de junio, tras lograr el ascenso, el COB retomó la comunicación con la auditora, que solicitó diversa documentación que se envía periódicamente. Ya a mediados de junio, la sintonía con la ACB se tuerce debido a que el informe de los auditores revela que el club cobista está en causa de disolución. El balance contable, en números negativos desde años atrás, amenazó el ascenso, reconoce Gavilanes y los últimos cinco años, con saldo positivo en el balance, no lo arreglaron, por lo que se optó por pedir la cesión del Paco Paz. El presidente se remitió a una inminente junta de accionistas para explicar el origen de la deuda de 700.000 euros del COB.