El entrenador del Ourense planifica el asalto a Fuenlabrada en torno a los pros y los contras de la alineación de uno de los futbolistas con mayor incidencia en la propuesta. Al margen del reajuste táctico que implica el concurso de un mediapunta como Jaime Noguerol en detrimento de un extremo, el técnico de los rojillos quiere jugar sus bazas contando con el convencimiento del propio futbolista, que el pasado domingo cerró un paréntesis de cinco partidos y medio alejado de la competición.

Luisito reconoció en el análisis posterior al empate contra el Oviedo que le había seducido la versión de su equipo cuando en el minuto 52 apostó por el verinense como enganche con una pareja de puntas. Dentro de las limitaciones que imponía el estado del campo y la profunda presión del contrario, los rojillos aumentaron la fluidez en la gestión de las posesiones.

La ausencia de Noguerol ha coincidido con un repunte de los registros defensivos, pero a costa de llegada y brillantez. Una vez atajadas las grietas en la contención y con la permanencia encauzada, el técnico pide más agresividad con el balón en los pies y el Fernando Torres de Fuenlabrada, por la superficie y por el estilo de juego del rival, se presenta como la ocasión propicia para volver a los orígenes.

Si no viniera de un bache, Noguerol sería intocable, pero mientras no recupera sensaciones Luisito quiere que el verinense le ayude a disipar las dudas: "Hablaré con él para saber cómo se ve. Es un jugador muy honrado y, si está bien, con el balón en los pies le mete miedo a los rivales". La capacidad ofensiva del rival también tiene incidencia en la gestión de riesgos que debe realizar el técnico. "Los laterales del Fuenlabrada suben mucho, ponen rápido el centro y hacen daño porque tienen rematadores de envergadura. No quiere tener un problema por no correr hacia atrás".

Luisito quiere las mejores prestaciones de sus jugadores para sacarse la espina de la derrota de la primera vuelta. Nada más acabar el partido contra el Oviedo confesó que la visita al Fernando Torres estaba "muy señalada" por el recital que dieron los madrileños en O Couto. Los rojillos llegaron más frescos al último tercio del choque e intentarán volver a imponer su ritmo en cuanto el rival lo permita.

No será fácil porque el Fuenlabrada tiene un potencial acreditado por su estancia permanente en zona de promoción de ascenso. "Siempre han estado arriba y en nuestro campo fue el equipo que más me gustó. Tienen a futbolistas que jugaron en categoría superior, hacen un buen fútbol combinativo y marcan muchos goles con Diego, Rubén Ramos o Pachón. Les sobran los recursos ofensivos tanto a balón parado, como a la contra o en estático", explica el técnico rojillo. El equipo entrenó ayer sin incidencias en A Peroxa y con el delantero Adrián Quintairos ya recuperado de sus molestias y hoy se ejercitará en los fondos del estadio de O Couto.

El Ourense descubrirá el domingo un nuevo estadio de Segunda B, el Fernando Torres, al que el Fuenlabrada se mudó el 1 de septiembre de 2011. Los rojillos jugaron en siete ocasiones en La Aldehuela, donde les fue bien. Arrancaron cinco empates, perdieron en una ocasión y ganaron en otra, el 8 de octubre de 2000, tras remontar. Jorge Sánchez y el defensa local Guti en propia meta marcaron los tantos que permitieron a los de Gómez Fuertes compartir el liderato. La última vez que visitaron La Aldehuela fue en el 2007, con un empate con tantos de Quintairos, jugador por entonces del Fuenlabrada, y de Martín. Los equipos coincidieron por última vez el 16 de marzo de 2008 (1-0; Lozano). El por entonces entrenador del Ourense, Manolo Tomé, auguró que con tres victorias el equipo estaría salvado, pero pasaron seis domingos sin ganar y cuando llegó la suerte estaba echada.