El Frigoríficos del Morrazo perdió de forma clara ante el Bathco Torrelavega (28-33) en un deficiente partido de los locales, que tan solo tuvieron opciones de engancharse en un último cuarto en el que echaron mano de la épica, pero al que llegaron sin prácticamente margen de error. El conjunto cangués volvió a mostrar una evidente falta de acoplamiento, pero también de intensidad ante un rival que sí salió concentrado desde el primer minuto e hizo pagar a los locales sus errores.

Y es que el inicio fue una fotografía perfecta del partido, con un Torrelavega pasando por encima de la defensa de un Cangas que, en cuanto erró un par de ataques, se descolgó en el marcador. En ocho fulgurantes minutos los visitantes se anotaron un parcial de 4-8 que obligó al tiempo muerto de Nacho Moyano.

No mejoraron las cosas y los cántabros incluso ampliaron su renta (5-10) antes de que un arreón permitiese a los de O Morrazo ponerse a dos goles (9-11) y con posesión. Pero una pérdida hizo que nuevamente los de Álex Mozas diesen un estirón ante un Cangas completamente superado y que solo encontró consuelo en el gol de golpe franco de Mario Dorado antes del paso por vestuarios (13-17).

En la reanudación la dinámica se mantuvo, con el Torrelavega encontrando lanzamientos con insultante facilidad y estirando la goma hasta los siete goles (20-27, minuto 42). El Cangas pasó a 5.1 y robó un par de balones para recortar (24-29, minuto 48, con tiempo del técnico visitante). O Gatañal creía y empujaba a los suyos que, ahora sí, ponían casta en retaguardia para hacer dudar a su rival (28-30, minuto 55, con nuevo tiempo de Mozas). Del Arco forzó la exclusión de Popovic pero su lanzamiento posterior fue detenido por Mijuskovic. Fue el epílogo esperado porque los cántabros no erraron y el que fuera meta cangués detuvo un par de balones más para abrochar y dar lustre al triunfo visitante. El Frigoríficos necesita mejorar con urgencia.